Suscríbete a nuestro canal 👉 http://bit.ly/SuscribeteTeleVID 👈 El Padre Fray Jorge Iván Duque comparte con nosotros el #EvangelioDeHoy Miércoles 1 de Julio de 2020, Mateo Capítulo 8 Versículos 28 al 34. Conéctate con la #LectioDivina 📖 http://bit.ly/EvangelioDeHoy Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,28-34): En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos. Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?» Una gran piara de cerdos a distancia estaba hozando. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara.» Jesús les dijo: «Id.» Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y se ahogó en el agua. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país. #PalabraDelSeñor Eucaristía de hoy: 👉 http://bit.ly/SantaMisaTeleVID 👈 Santo rosario: 👉 http://bit.ly/SantoRosarioCatolico 👈 Un Nuevo Despertar: 👉 http://bit.ly/UnNuevoDespertarTeleVID 👈 Síguenos y haz parte de nuestro canal: Facebook: https://www.facebook.com/televid.tv Twitter: https://twitter.com/Canaltelevid Página web: http://www.televid.tv/ Haz tus donaciones en: http://televid.tv/donar/
Ciclo del duelo con el Padre Pedro Justo Berrío hoy en el segundo capitulo. Muchos más consejos en 👉 http://bit.ly/JustoATiempoTeleVID Síguenos y haz parte de nuestro canal: Facebook: https://www.facebook.com/televid.tv Twitter: https://twitter.com/Canaltelevid Página web: http://www.televid.tv/ Haz tus donaciones en: http://televid.tv/donar/ #JustoATiempo #PadrePedroJustoBerrio #CicloDelDuelo
El Padre Willie nos habla de darle valor a las cosas que tenemos, no por lo que valen, sino por lo que significan. Muchas veces no nos damos cuenta del valor de lo que poseemos y vamos tras falsos tesoros. Todo lo que tenemos ha sido dado gratuitamente por Dios, la familia, el amor, los hijos, los amigos, el empleo, la salud, cada día de vida…estos son los verdaderos tesoros.
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Dicen los viajeros que es una experiencia maravillosa de campo, vistas hermosas, paseos a caballo, se degustan comidas típicas, se consiguen deliciosas mermeladas y bella artesanía. Pero también pasan cosas insólitas.
Con una altura de 4.173 metros sobre el nivel del mar, es uno de los páramos andinos más elevados en Venezuela, situado en el estado Mérida. Los habitantes de esas montañas aseguran que muchas personas han desaparecido en medio de su espesa niebla.
El Páramo La Culata, ubicado en la cuenca conjunta de los ríos Chama y Torondoy, es una «ecorregión» de páramo andino en el corazón de la Sierra Nevada de Mérida, al norte de la capital del estado.
Trayecto mágico
Es un sendero especial, con caminos de ensueño. Son hermosos parajes merideños que escenifican prodigiosamente la grandeza de las tierras andinas. Es el punto donde las inmensas montañas yacen imponentes, dominando el paisaje lleno del espectacular verdor característico de la zona. El clima es de páramo, así que hay que llevar buen abrigo.
La fauna se caracteriza por la presencia de especies singulares que se adaptaron a las condiciones extremas de vida de la zona, la cual es considerada por los científicos como de “estrés hídrico”. Las aves y anfibios habitan abundantemente la región.
En esas frías aguas, la trucha crece mejor que en cualquier otro lugar. Por ello, la truchicultura es una de las actividades más importantes allí, siendo junto con la agricultura las actividades económicas de mayor relevancia. El sabor de esas truchas es incomparable. Son célebres por su deliciosa carne y su hermoso aspecto.
El páramo fue parte de una extensa recesión glacial que ocurrió durante el último periodo glacial. Esta deglaciación ocurrió en dos partes, la segunda de ellas se extendió por el pleno corazón del páramo. Predominan las sabanas, la vegetación rastrera y los frailejones, especie que únicamente se da en estos pisos térmicos y que sólo florece una vez en el año.
Los momoyes
Las leyendas abundan y los testimonios de los lugareños son muy ricos en detalles. Para los turistas son cuentos de camino pero para quienes allí han vivido por generaciones es parte de su memoria colectiva.
Es el caso del famoso duende que cuida de que los primorosos paisajes se mantengan tan sanos y limpios como los hogares de cada andino. La gente en los Andes es de costumbres muy tradicionales y sus lugares están muy bien cuidados. Si un forastero llega con hábitos indeseables, allí lo espera el duende para hacer que se comporte debidamente.
Un buen día, un jovencito llegó a una famosa laguna y comenzó a tirar piedras al agua. Cuál no sería su sorpresa cuando las piedras comenzaron a devolverse en lugar de hundirse. Al levantar la vista, divisó al otro lado a un viejito que lo observaba, un hombrecillo de baja estatura con la ropa rasgada y un costal al hombro. Le dijo: “No ensucies, mira que yo vivo aquí”.
Aún incrédulo y sin darle importancia al personaje, el joven se le acercó: medía sólo 50 centímetros, sus orejas eran de picos, el rostro alargado y las uñas muy largas. El chico salió corriendo, asustado. Son espíritus del agua, duendes del floklore, aseguran los vecinos.
Era uno de los momoyes, según ellos, habitantes del lugar desde siglos. Uno de los viejos del pueblo le explicó que eran los guardianes que llegan a azotar con sus bastones a quienes riegan basura en los páramos. Si acampas y ensucias, lo más probable es que despiertes por el golpe de un bastón: uno de ellos te dará una reprimenda. Los páramos están impecables.
Cuenta la leyenda que el chico en cuestión fue “reclutado” por uno de los duendes y hasta hoy forma parte de ellos.
Ciclistas extremos y excursionistas osados se adentran en la espesa niebla. Hay quienes aseguran que no pocos se han perdido y jamás han vuelto. El Valle de la Neblina es particularmente atractivo tiene un encanto aterrador, pero encanto al fin, que sugestiona y atrae.
Un portal turístico describe el ambiente: “El aroma a frailejón que invade el aire andino y la paz e inmensidad de esta sierra hace despertar la sensación de espiritualidad, reverencia y de quedar diminuto ante la majestuosidad de los valles y montañas que ha imbuirse en una sola sinfonía de clorofila y bellezas autóctonas en su vegetación, clima y lagunas. Los parajes casi vírgenes que evoca el espíritu de aventura y de guardar un recuerdo del páramo de la Culata”.
“Para toda vida”. He aquí el lema elegido para una jornada muy especial este 1 de julio de 2020. Se trata del primer gran homenaje que se realiza en Brasil –el país de América Latina más afectado en el continente y uno de los principales a nivel mundial- a las víctimas del coronavirus.
El lugar elegido es por demás emblemático, no solo para Río de Janeiro, sino por lo que representa en cuanto a la turístico a nivel mundial. Según consigna la propia Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), este 1 de julio desde el Cristo Redentor –en transmisión para todo el país- se darán “mensajes de solidaridad a las familias fuertemente afectadas por las pérdidas en esta pandemia, de agradecimiento a los trabajadores y voluntarios anónimos, así como a los profesionales de la salud, y de esperanza para todos los brasileños”.
La propuesta también es respaldada por Cáritas de Brasil y Verified, iniciativa vinculada a Naciones Unidas contra la desinformación.
#ParaCadaVida Cristo Redentor é cenário do primeiro grande tributo às vítimas da Covid-19 na próxima quarta-feira, às 19h https://t.co/Ipk2HGQkkP
El propio papa Francisco enviará un mensaje de solidaridad y bendición especial. La ceremonia –que se destacará por una misa en recuerdo de quienes se han visto afectados por la pandemia- será presidida por el cardenal Orani João Tempesta.
“Nuestra arquidiócesis fue elegida para ser el lugar donde expresar nuestra solidaridad y oración por aquellos que murieron con esta pandemia. Precisamente en ese altar, que es Cristo Redentor, queremos ubicar a todas las personas de todo el mundo que se han ido, para que puedan ser recibidas en la casa del Padre. Y oren por sus familiares para que podamos continuar en busca del bien y la paz”, expresa Tempesta sobre esta ceremonia, reproduce el sitio web de CNBB.
En tanto, está previsto que para cerrar el homenaje se realice también una proyección especial sobre Cristo Redentor, bastión espiritual y que sigue bendiciendo a todos desde lo alto de un morro en la “cidade maravilhosa”.
Coronavirus en Brasil
El gigante latinoamericano, epicentro de la pandemia del coronavirus en la región, sigue impactando con sus cifras. En base a los últimos reportes, los casos confirmados superan el millón y los fallecidos se acercan a los 60.000.
“Eli, Eli, lema sabachthani?”: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
Señor, qué difícil es sentir tu presencia en medio de la tormenta…
¿Dios, para qué tanto? Tú y yo hemos pasado épocas en que nos suceden cosas llenas de dolor, una tras otra. Las lágrimas se vienen sin pedirlas y no porque sintamos misericordia por nosotros mismos, sino por el cansancio emocional, la fatiga física que estamos llevando a cuestas.
Cuántas veces hemos tenido esa sensación de no poder más… Clamamos al cielo y pareciera que este estuviera sordo a nuestra voz. Qué sensación más extraña. Como si la pena no tuviera final.
Se dice que Dios les da las batallas a sus guerreros más fuertes. ¿De verdad? Entonces, ¿por qué el sentir es ya no poder más? Las fuerzas se agotan, el cansancio se apodera de toda la persona y hasta amanecer cuesta.
¿Será que de verdad Dios se encuentra ausente cuando pasamos por momentos de dolor? Eso pareciera. Sin embargo, Él nunca está indiferente a nuestro sufrimiento.
Solo basta que clamemos su nombre para hacerse presente de la manera en que los ojos de nuestro espíritu le reconocerán. Puede ser que los ojos de los sentidos difícilmente le registren, los del alma siempre.
Definitivamente, algunos de los grandes misterios siempre serán la enfermedad y la muerte. Nunca estaremos del todo preparados para recibirlas. Llegan sin avisar, de repente… Todo estaba bien y de un momento a otro todo cambia. La vida se torna tan frágil…
Las preguntas surgen, los miedos aparecen. Son tan intensos que paralizan el alma. Muchas veces no nos dan ganas ni de rezar. Deseo para hacerlo sí hay, fuerza no. Es por eso que en esos momentos es importante pedir a los demás que nos sostengan con sus oraciones.
Mientras tanto, hay que convertir nuestro dolor en plegaria sencillamente diciéndole a Dios: “Te lo ofrezco”.
Así Él dará la fuerza cuando la debilidad se presente, la esperanza cuando la desesperación invade, la luz cuando la vida se torne oscura. Solo Dios es la certeza cuando hay más preguntas que respuestas.
¿Pero, cuál será el fin de tanto? Quizá de momento no encontremos respuesta alguna que nos sirva de bálsamo para mitigar nuestro dolor. Sin embargo, jamás dudemos que todo se encamina a un bien mayor.
Tan solo reflexiona, ¿sabes a cuántas personas has puesto a rezar por ti mientras tú pasas por ese dolor? ¿Sabes cuántas jamás habían rezado y gracias a tu sufrimiento hoy comienzan a acercarse a Dios? Justo este es uno de los tantos fines del dolor y del sufrimiento: la conversión de los corazones.
Es cierto, mientras uno pasa por todo eso, nuestra parte humana -ya cansada y abatida- voltea al cielo y como hijo vulnerable puede hasta renegar.
Créeme que Dios cuenta con nuestra debilidad y está siempre listo a socorrernos, solo necesitamos pedir su ayuda.
Recuerdo hace muchos años cuando uno de mis hijos estaba gravísimo. Mi chiquillo estaba de lo mejor atendido, pero la septicemia no cedía. Recibía la Eucaristía a diario.
Frente a su cama en el hospital tenía escrita una lista de personas y cada vez que sentía dolor él volteaba a la lista y ofrecía su malestar por alguna de ellas.
Él lo que hizo fue convertir la queja en actos de amor. Tú puedes hacer lo mismo cuando pases por un momento difícil. Puedes decir: “Dios mío, pero qué pesado me resulta esto. Aun así, te lo ofrezco por…” y ponle nombre y apellido.
Desde que el mismo Cristo sufrió dolor, este obtuvo otro significado. Ahora, todo sufrimiento ofrecido a Dios por amor tiene un valor corredentor. Por eso no hay que desperdiciar ni una sola lágrima.
Por muy grande que sea la tormenta, por mucha lluvia que caiga sobre ti, abre las alas de tus sueños y vuela a través de las nubes hasta volver a encontrar la luz del sol. Nunca habrá tormenta tan grande que pueda quitar al sol su capacidad de alumbrar.
Es muy importante que por tu propio bien jamás desconfíes del amor de Dios por ti y del plan perfecto de santidad detrás de cualquier regalo envuelto de dolor.
Trata -hasta donde tu capacidad te dé- de no entristecerte. Al contrario. Siéntete privilegiado de que Cristo te haya tomado en cuenta para cargar su cruz por unos instantes. Hoy que sufres eres otro Cirineo.
Si pasas por alguna enfermedad, de esas que te hacen voltear al cielo y preguntar, ¿para qué a mí?, haz de ella tu medio de santificación y convierte tu dolor en oración.
Insisto, no desperdicies ni uno sólo de tus malestares y entrégaselos a Dios. Cada lágrima y cada segundo de sufrimiento ofrécelos por un fin concreto.
Todo aquello noble entregado a Dios con actitud humilde tiene un valor corredentor infinito a sus ojos y más cuando viene de un corazón puro y sincero como el tuyo.
Y esa sonrisa en tu rostro, esa que es muy tuya, nunca la quites y muestra al mundo entero que en medio del dolor también se puede sonreír.
Es cierto. A veces la vida nos presenta tantas y tantas razones para tirar la toalla, para llorar y darnos por vencidos.
Incluso retos que se ven tan imposibles que nos quitan el aliento y los deseos de seguir adelante y hasta de cerrar los ojos de manera permanente.
Sin embargo, luego, después de limpiar el llanto, vuelves a abrir los ojos y te das cuenta de que ha vuelto a salir el sol y que allá afuera hay alguien que es muy feliz por el simple hecho de que tú existas y por quien tu simple presencia hace que su vida sea distinta.
Entonces sientes ese golpe de adrenalina en el alma que te saca de la cama y te hace gritar: ¡Por ti y por mí vale la pena vivir! Elige vivir y seguir adelante a pesar de las circunstancias. Con todo tu corazón reza esta plegaria a Dios:
Padre bueno,
ayúdame a reconocerte en cada evento y circunstancia de mi vida.
Sé que caminas junto a mí, aunque en estos momentos de dolor tu presencia se sienta ausencia.
Ábreme puertas para encontrar soluciones a esto que hoy paso. Ciérrame heridas para que solo el amor me dirija. Enséñame a reconocer y a aceptar tu voluntad con paciencia, humildad y con la certeza de que quieres solo lo mejor para mí.
Mis heridas con sus miedos, te las regalo con todo su dolor porque ya aprendí de ello lo que debía de aprender. De hoy en adelante elijo solo el amor en cualquiera de sus manifestaciones porque el amor es el ala que Tú has dado al alma para que pueda subir hasta Ti.
Sí, yo en Ti y Tú en mí, Tú y yo somos mayoría y no tengo más nada nunca que temer.
Por muy duro que sea lo que estés viviendo recuerda hacer cada día al menos una cosa que dé sentido a tu existencia y a todo lo que estés pasando.
Mira a tu alrededor y descubre los mensajes ocultos de belleza y de verdad que existen y que fueron creados sólo para ti.
Encuéntralos dondequiera, en cada lugar, en cada persona. Todos estamos conectados de alguna manera y tienen algo que decirnos.
Abre tu mente y tu corazón para mandar y recibir los mensajes de amor que la vida te quiere regalar el día de hoy, sin importar si hay sufrimiento o alegría.
Y siempre sonríe. Tu sonrisa será aún más hermosa cuando la utilices frente a los problemas. Siempre recuerda volverte a Dios y aunque tu sonrisa la estés mojando con lágrimas, dile: “¿Tú lo quieres? ¡Entonces yo también lo quiero!”.
No te des jamás por vencido porque la vida lo vale todo. Lucha y ama con tal fuerza que el último suspiro de aliento que te quede sea para que digas: «¡Sí pude! Y lo pude junto a Ti, mi Señor».
Párate. Sacude esa tristeza. Canta esa famosísima canción “I’m still standing” -Sigo de Pie- y exclama emocionado la certeza de que Dios nunca te ha abandonado.
Grita al mundo que puedes con esto y más porque Él te lleva de su mano. Recuerda que al que todo lo pierde, le queda Dios todavía.
Encomiéndate a Él de todo corazón, que muchas veces suele llover su misericordia en el tiempo que están más secas las esperanzas. Repite confiado:
«Tuyo soy Jesús y para Ti nací. ¿Qué quieres mi Jesús de mí?».
Quién no ha conocido nunca a una persona con este amargo discurso: “Es imposible discutir con mi marido (o con mi mujer) porque siempre tiene la razón”. Habría que hablar también de esas parejas en las que los dos consideran tener razón y se empeñan en defender su punto de vista.
Y si les preguntaras quién ha provocado la contienda verbal, cada uno echaría la culpa al otro. ¿Qué pensar de estos comportamientos? Y, sobre todo, ¿cómo ponerles remedio si aparecen en la pareja?
Intentar percibir lo que el otro percibe como cierto
Podemos empezar por preguntarnos de dónde viene ese deseo de insistir tanto en tener razón. ¿De un amor por la verdad, de una necesidad de afirmarse o de una falta de humildad? En todo caso, no hay que olvidar que la realidad es compleja.
¿Es tan fácil saber perfectamente cómo gestionar las dificultades económicas, cómo conciliar vida familiar y vida profesional…? Y con mayor motivo aún, frente a problemas graves (por ejemplo, la anorexia de una adolescente), hay que ser muy listo para ser capaz de encontrar la solución ideal uno solo.
No son demasiados dos puntos de vista para intentar tener en cuenta todos los parámetros. En la mayoría de los casos, si hay un desacuerdo, es que cada uno se sitúa de forma diferente en relación al problema.
Supongamos que hay dos personas a un lado y a otro de un panel pintado, por un lado, de rojo, y del otro, de blanco. El que solo ve la cara roja dirá que el panel es rojo y el que solo ve la cara blanca, dirá que el tablón es blanco. Cada uno tiene, en efecto, una parte de verdad.
Lo mismo sucede en muchos desacuerdos conyugales. Cada uno percibe solamente una faceta de la verdad. Los dos puntos de vista, ya que comportan una parte de verdad, ¿no podrían procurar conciliarse para encontrar una solución intermedia? Cada uno de los esposos podría decirse: “Si mi cónyuge no ve las cosas como yo, es que él/ella percibe un aspecto del problema que a mí se me escapa. Voy a intentar percibir aquello que él/ella percibe como cierto”.
Por último, hay dos virtudes muy útiles para la vida de pareja:
Primero está la empatía, magnífica cualidad que implica que somos capaces de descentrarnos, de abandonar por un momento nuestras propias referencias para entrar respetuosamente en la perspectiva del otro y hacer nuestra su problemática.
Luego, no menos importante, está la humildad de toda persona con sentido común que, conocedora de sus límites, nos hace evitar la pretensión de poseer toda la verdad. Solo hay una Persona que podría decir sin fanfarronerías que no solo Él tiene la Verdad, sino que Él es la Verdad: Dios.
—En mi último cumpleaños, una vez más mi único hijo, que vive en otra cuidad no me llamó. Esperé hasta muy entrada la noche, triste y decepcionado. Luego se disculpó diciendo que simplemente se le había olvidado. Son ya años de una relación cada vez menos cercana, algo que me duele mucho, más ahora que ha muerto su madre.
—¿Le ha hablado de sus sentimientos? —le pregunté.
—Sí, y fue un desafortunado episodio pues de una forma muy torpe le reclamé su atención al comentarle todo lo que hice por él y que gracias a mi esfuerzo el es hoy un exitoso profesional.
—¿Qué fue lo que le contestó?
—Movió la cabeza y, con gesto de penoso, me dijo: “Papá, solo cumpliste con tu obligación. Y fuiste muy exigente”. Ciertamente fui exigente, pero fue por su bien. Y eso precisamente es lo que no comprende. Me gustaría intentar aclarárselo, más temo, una vez más, no saber hacerlo, lo que podría aumentar el distanciamiento.
Fueron varias las charlas, en las que, a base de preguntas, gradualmente fue entendiendo, la importancia de comprender, antes que buscar ser comprendido.
Finalmente reconoció que había antepuesto reglas y normas al dar y recibir amor. Esas reglas terminaron estableciendo entre él y su hijo, la fría distancia que ahora lo estaba lastimando. Había logrado que fuera obediente, servicial, cumplidor de todas las reglas y muy estudioso. Mientras, lo vigilaba constantemente, cual árbitro de futbol, dispuesto a sacar la tarjeta roja al primer error que cometiera. Se enorgullecía de tener un “hijo modelo”, sin darle mayor importancia a que le hablara de usted, más por temor y desconfianza, que por respeto.
—Muy bien, permítame ahora comentar dos cualidades de la verdad de su amor, para que, entre ambos encontremos los motivos por los que quiere abrir su corazón a su hijo —le propuse.—
La primera cualidad es la abnegación y sacrificio.
En su caso, esta cualidad quedó demostrada al vivir su amor en su entrega a su hijo, al margen de que lo haya mostrado de un modo equivocado. Por ello, aun siendo cierto que su hijo no le debe nada, al recibir los frutos de un amor que se le debía en justicia; también lo es el que, a su vez, él le debe todo, pues en su sana relación filial, el hijo queda obligado al agradecimiento, la veneración y el respeto hacia sus padres.
Y siendo el suyo un amor verdadero, tenga por seguro que su hijo igualmente siente amor por usted, solo que aprendió a vivir sin manifestarlo. ¿Qué hacer? Muchas cosas. Por ejemplo: formar un grupo familiar de WhatsApp y subir viejas fotografías con notas de admiración y cariño por su hijo; no dejar pasar las fechas importantes en la vida de su hijo y su familia; eventualmente enviar algún presente; ser más abuelo y amar a su hijo en sus nietos, etcétera.
Darse sin exigir y sin perder la esperanza, pues cuando se siembra amor, se cosecha amor.
Precisamente por esta verdad de su amor, evitar el chantaje afectivo, pues el reproche aun cuando sea bien intencionado, evita el sano desprendimiento, necesario para generar confianza y conquistar una nueva relación, diferente a lo fue su afán posesivo, como usted me lo ha contado.
Otra cualidad es el respeto a la libertad.
Cuando se han cometido errores contra esta cualidad, se debe revisar de fondo la rectitud de intención, en todo lo que se dice o se hace, para actuar pensando más que nada en el bien de la persona amada, ya que amar es lo contrario de utilizar.
Puede ir proyectando este respeto, no dando sus opiniones en esto o aquello si su hijo no se la pide, dejándolo hablar con libertad y escucharlo atentamente, para encontrar motivos de apoyo en sus inquietudes, anhelos, preocupaciones, problemas o planes futuros.
Considere que de esta forma usted lograra cada vez conocerlo más, sin filtrar ya nada por lo que fueron sus prejuicios.
De esa manera, la verdad de su amor terminara allanando el distanciamiento, al vencer el falso orgullo de haber logrado un hijo exitoso o sobresaliente, para agradecerle ante todo el que sea una buena persona.
Si persevera por este camino, su hijo irá comprendiendo que usted siempre le ha pertenecido y aprenderá a corresponder, ya que amar requiere generosidad y mucha humildad a la hora de dar y recibir, como propio de alguien que ha aprendido a darse dando, y dar dándose.
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Te invitamos a compartir la Misa de Hoy Martes 30 de Junio de 2020. #MisadeHoy 👉 https://bit.ly/MisaDeHoy 🙏 Suscríbete A Nuestros Canales Padre Carlos Yepes 👉: https://bit.ly/SuscríbetePadreCarlosYepes Amen Comunicaciones 👉:https://bit.ly/SuscríbeteAmenComunicaciones ORACIÓN PARA COMUNIÓN ESPIRITUAL Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. # Padre Carlos Yepes # Amen Comunicaciones SEÑOR, NO PERMITAS QUE JAMÁS NOS APARTEMOS DE TI. Evangelio De Hoy 👉: https://bit.ly/PalabradeVidaJunio2020 Eucaristía (Santa Misa): Martes, jueves y Domingo 👉: https://bit.ly/MisaDeHoy santo Del Dia 👉: https://bit.ly/santodeldia Santo Rosario 👉:https://bit.ly/RezaElRosario Treinta Verdades Sobre El Amor 👉: https://bit.ly/TTreintaVerdadesSobreElAmor Coronilla de la Divina Misericordia 👉: https://bit.ly/CorCoronilladelaDivinaMisericordia Salmos 👉: https://bit.ly/SalmosyOraciones Oraciones 👉:https://bit.ly/OraADios ENCUENTRANOS EN: YOUTUBE ■ https://bit.ly/YoutubePadreCarlosYepes 𝖥𝖠𝖢𝖤𝖡𝖮𝖮𝖪 ■ https://bit.ly/FacebookPadreCarlosYepes 𝖨𝖭𝖲𝖳𝖠𝖦𝖱𝖠𝖬 ■ https://bit.ly/InstagramPadreCarlosYepes SINTESIS ¡ EN EL DESIERTO, DIOS NOS HABLA AL CORAZÓN! En la misa de hoy, Martes (Eucaristía Digital) 30 de junio de 2020, en este día el Señor nos enseña que que el miedo del hombre es resuelto por Jesús y aunque guarde silencio porque duerme, siempre está con nosotros desde que tengamos Fe en Él. Reflexiona: Cuando el hombre sube en su barca para emprender el camino de la vida, está expuesto a tormentos, angustias y desilusiones que lo llevan a sentir miedo, desolación y sólo Jesús es la solución. El hombre tiene la libertad para buscar a Jesús y clamarle por su salvación, sanación y liberación de todas sus ataduras y alcanzar una vida de paz y calma. La Fe es la fuerza para llegar a Dios y la confianza en Él hace que no tengamos miedo. Cuando Dios calla ante las tribulaciones en nuestra vida, está probando la Fe que aseguramos tener. Piensa: El silencio de Dios es ganancia para nosotros, porque detrás de los desiertos de la vida están las bendiciones escondidas. La certeza de la presencia y el Amor de Dios no nos deja caer en el temor sino por Fe confiar en Su eterna compañía. El miedo es una tentación del maligno para no dejarnos mirar hacia adelante y descubrir una vida de Gracia y Salvación. Decide: Ser valiente porque sabemos que Dios siempre está con nosotros. Asumir el desierto como un regalo de Dios lleno de Su Gloria y bendición. Entender que el silencio de Dios permanece hasta cuando Dios quiera, porque los tiempos de Dios para responder son perfectos. “Dios nos lleva al desierto y nos habla al corazón, no tengamos miedo” AMÉN
¿Cómo puedo saber si alguien es verdaderamente de Dios, si le pertenece totalmente? ¿Dónde puedo ver la luz de la presencia divina en su interior? ¿Cómo mido la santidad de las personas o su mundanidad?
Pues no lo sé… Me cuesta fiarme de mis propios ojos. No sé si distingo tan bien a las personas que son de Dios y las diferencio claramente de las que no lo son. Tengo mis dudas.
A veces me equivoco y me dejo llevar por las apariencias o por mis propios prejuicios. No logro distinguir la luz en la oscuridad ni las sombras en medio del resplandor.
No sé bien si brillan sus talentos humanos o es la gracia de Dios actuando en sus obras y palabras. O soy yo el que no tiene a Dios y por eso no lo reconozco en otros.
Conocidos… o no
La fama de santidad es una voz que grita en boca de muchos, pero no por eso me acaba de convencer. Me cuesta creer, me falta fe. La fama es algo tan efímero.
Jesús tuvo mucha fama, miles siguieron sus curaciones, sus milagros y bebían con pasión sus palabras. Y acabó muriendo solo en la cruz.
La fama es algo pasajero, mientras que la santidad es algo permanente. No basta con tener fama de santo para serlo de verdad.
¿Cuántas voces hacen falta para declarar la santidad de alguien por aclamación? No se mide así. La santidad va por dentro, no es necesario que otros la reconozcan y la señalen como verdadera.
Además, ¿de qué vale esa fama en la vida del hombre? ¿Para qué sirve creer o no en la santidad de una persona? Sólo Dios conoce el corazón del hombre. Sólo Él sabe la verdad de cada uno, la acaricia, la palpa, la ama.
Discretos pero llenos de luz
La santidad no es un estado del alma, un punto de llegada, una meta lograda. No es algo estático, es más bien un camino que se va recorriendo día a día en medio de aciertos y desaciertos.
La santidad es un don oculto, una luz que brilla en medio de la noche e ilumina los pasos de los que caminan confusos, llenos de miedos.
Me gusta saber distinguir a personas llenas de luz a mi alrededor. Son personas que no llaman la atención a todos, sólo a algunos pocos.
Son «los santos de la puerta de al lado», a los que hace mención el papa Francisco. Son santos ocultos en medio de la noche, sin fama de santidad.
Reconozco que son los santos que más me gustan, los sencillos, los sin nombre, los tapados. No los siguen las masas, no son aclamados por sus obras, no recitan de memoria sus palabras.
De ellos nadie espera un milagro verdadero. Nadie quiere que hablen, que digan, nadie quiere tocarlos para que se obren milagros de sanación. Me gusta esa santidad discreta y callada. El otro día leía:
«Santificar la vida no es moralizarla, sino vivirla desde el Espíritu Santo, es decir, verla y amarla como Dios la ve y la ama: buena, digna y bella, abierta a la felicidad eterna«[1].
Es ese el concepto de santidad que me llega al alma y me alegra en lo más hondo. Yo a veces me quedo y me pierdo en conceptos moralizantes.
Pienso en una santidad de porcelana, blanca y perfecta. Una santidad en la que no cabe el pecado ni la falta. Una vida donde no hay error ni caída.
No me gusta esa mirada tan pobre que tengo de la santidad. Una santidad así me parece algo frío, demasiado perfecto e inhumano.
Un regalo
Es por eso por lo que prefiero ver la santidad como un don del Espíritu Santo en mi vida. Es Él quien me libera y sana por dentro, me llena de luz y belleza, me hace abierto y puro.
Ese Espíritu me regala una forma muy diferente de caminar por la vida. Hace posible en mi alma una manera sabia de hacer las cosas.
Me gusta pensar que nada sucede por obra de mi comportamiento ejemplar. Dios me utiliza para sanar los corazones. Y no soy yo con mis talentos, con mis fuerzas, con mi carne enferma.
Me gusta pensar en esos santos anclados en el cielo y con los pies firmes en la tierra. Aman a Dios con locura. Y en Él aman la tierra que pisan. Comenta san Francisco de Sales:
«Creo que todo lo que no sea Dios ya no me significa nada; pero, en Él y por Él, amo todo lo que amo con más ternura que nunca»[2].
Me gusta esa mirada. Es la de los santos que tienen el alma atada a lo humano. Y al mismo tiempo descansan en el corazón de Dios.
Inspiradores
Se dejan tocar por esa presencia amorosa de Dios en sus vidas. Y confían, y creen, que van seguros en ese abrazo eterno. Y al mismo tiempo viven cada momento de sus vidas como un regalo.
Aman y sufren. Ríen y lloran. Se equivocan y aciertan. Corren y se detienen. Dan la vida y se cansan de darla. Susurran con temor palabras sagradas y gritan por los caminos las alegrías que Dios les ha dicho al oído.
Son felices, no porque todo les vaya como ellos desean, sino porque aprenden a disfrutar la vida que tienen sin echar de menos la que un día pensaron.
No se ofuscan con sus obsesiones. Se aceptan como son. Conocen sus límites y aprenden a vivir alegres en medio de tantas torpezas.
Esos santos me gustan. Quiero ser uno de ellos. Beber su Palabra cada día y hacerla mía. Soñar con estar con Jesús amando todo lo que amo. Y ser feliz sin pretender que mis planes coincidan siempre con sus sueños.
Así son los santos hoy… y así lo han sido a lo largo de la historia:
[1] José Antonio Pagola, Arturo Asensio Moruno, El camino abierto por Jesús. Juan
«Los santos sorprenden, desinstalan, porque sus vidas nos invitan a salir de la mediocridad silenciosa y adormecedora«, escribe el papa Francisco en su exhortación Gaudete y Exultate.
Celebrar a un santo patrón es recordar su vida, su trabajo, sus acciones. Un buen recordatorio para «salir de la mediocridad» y un buen regalo para ofrecer a tu pareja, hijos y a ti.
Además, las fiestas permiten enfatizar un apego particular a un santo, y honrar a un discípulo de Cristo dando testimonio de su fe.
También en Gaudete y Exultate, el Papa llama a todos a la santidad y presenta santos que nos alientan y nos acompañan allí.
«Quizás sus vidas no siempre han sido perfectas, pero, a pesar de las imperfecciones y caídas, siguieron adelante y complacieron al Señor«.
Un santo patrón puede convertirse en un verdadero compañero, lo que nos acerca a la santidad porque «los santos que ya han llegado a la presencia de Dios mantienen con nosotros lazos de amor y comunión«.
El santo también es un intercesor bien colocado con Dios. «La multitud de los santos de Dios me protege, me apoya y me lleva«, dijo Benedicto XVI en su homilía durante la solemne inauguración de su pontificado el 24 de abril de 2005.
Celebrar cada año a un santo es una manera de darle gracias por esta misión. Pequeños regalos o costumbres festivas, aquí hay algunas ideas para celebrar a los santos que te son queridos.
1.
Elige el menú de la cena
La fiesta de un santo patrón puede ser la ocasión para cenar con la familia, de acuerdo con un menú elegido y «ordenado» por adelantado por la parte interesada.
Diviértete, cambia los hábitos (en principio, ¡no son los niños quienes deciden!), ignora por una vez las recomendaciones nutricionales (no te sorprendas si las frutas y verduras no están incluidas), marcará un momento alegre y cordial en honor al santo celebrado.
2.
Visita un lugar relacionado con el santo
Esto requiere un poco de preparación de antemano, ¡pero vale la pena! Cerca de tu casa, en una iglesia o en un museo, seguramente hay un lugar que contiene una vidriera, una pintura o una estatua que representa al santo que está a punto de celebrar.
Sin ir a Ars, por la familia Vianney, ni a Lisieux por la familia de Teresita, ¡hay una buena posibilidad de que la iglesia más cercana a usted tenga una pequeña estatua! Una buena oportunidad para dar un paseo, que será una oportunidad para meditar ante el santo.
3.
Cuenta la historia del santo
Contar la vida del santo, que puedes encontrar fácilmente en muchos libros o en internet, le permite al niño descubrir la historia de su santo patrón, identificarse a veces con ella y dibujar algunos ejemplos que seguramente elevarán su alma.
Esta también es una oportunidad para explicarle la elección de su nombre de pila, si esta elección se hizo en relación con su santo patrón.
4.
Ve a Misa
Ir a misa, o incluso encargar una misa el día de la fiesta es una hermosa manera de dar gracias por la protección que se otorga a quien lleva el nombre del santo. Una forma de anclar en tu vida diaria el apego que puedes tener a tu santo patrón.
5.
Regala algo relacionado con el santo
Celebrar a un santo patrón también es una oportunidad para hacer un regalo a su protegido. Puede ser un regalo para toda la vida que le recuerde su vocación como cristiano tipo una medalla de oro o plata, o algo más sencillo como un libro sobre la vida del santo (hay para todas las edades), un pequeño marco para colgar en su habitación o un imán para pegar en la nevera…
Emiliano Tapia tiene 68 años. Nació en un pueblo pequeñito de campesinos de la provincia española de Salamanca llamado Torresmenudas. Sus padres trabajaban en el campo y con 11 años decidió ser sacerdote. Cuando entró en el seminario “el medio rural”, desaparece de su vida… pero su vuelta ha cambiado la vida a muchas personas.
Emiliano tiene cuatro hermanos, un origen humilde y una familia trabajadora. Por eso sus padres cuando era niño, querían que estudiara para que pudiera salir del lugar donde le criaron. Pero, tras varios años de estudios y servicio, el obispo de la Diócesis de Salamanca, le envió de nuevo al lugar donde creció: “Volví después de muchos años y he recuperado mis raíces”.
Ser sacerdote en el medio rural es “una experiencia tremendamente positiva. El Evangelio es una realidad que tiene que estar enraizada en la vida de la gente. No encerrado en las iglesias ni en nuestro ámbito jerárquico. El Evangelio se descubre en contacto con las personas. Lo vivo en las luchas de la gente “.
Así Emiliano se convierte en el cura del pueblos españoles donde no hay agua corriente y donde la escuela rural empieza a desaparecer.
Vuelta al campo
Emiliano se reencuentra consigo mismo al volver al ambiente en el que se educó. Pero entonces se encuentra con diferentes problemas que sufre la gente: “Uno de los problemas que tenemos en el medio urbano es la alimentación. No porque no haya, sino porque es un problema de expolio de la agroindustria. Se ha mercantilizado tanto la realimentación, que hay personas que no tienen acceso”.
Entonces Emiliano se pone manos a la obra. Trabaja en una parroquia de un barrio con “narcotráfico y problemático, pero con mucha gente con ilusiones”. Empieza a tener “presencia también en la cárcel” y crea un proyecto de “acogida de personas que están en la calle y que tienen dificultades familiares, de drogas, alcohol, inmigración…”.
Abre las puertas de la casa parroquial y llega a convivir con 27 personas.
A los problemas de alimentación, de pobreza y de drogas, no podía faltar el desempleo. Por eso pone “en marcha un catering llamado ‘Algo nuevo’, que es a la vez una empresa de inserción.Comienza con seis servicios de comida a domicilio, y hoy hablamos de una realidad de 500 comidas al día, con 30 personas trabajando y el 60% de las personas contratadas están en riesgo de exclusión social”.
Un huerto solidario
Con este proyecto, conocen a muchas personas necesitadas y también tierras que han sido abandonadas por la crisis. Así que Emiliano crea una nueva iniciativa para trabajar en el catering con sus propios productos. “Comenzamos con la primera explotación de tierra cerca de mi pueblo y nos dejaron un pequeño invernadero abandonado. Lo ponemos en marcha con la gente acogida en la casa y de esta forma conseguimos hacer del trabajo un elemento importante para recuperar sus vidas”.
Emiliano dirige ahora un huerto de ocho hectáreas con un invernadero de 2.000 m2. La mañana en la que hablo con él para hacer esta entrevista, está en el campo, trabajando con 19 personas. Asegura que esta labor es “un elemento fundamental para recuperar las vidas que ya no pueden ser autónomas. Añadir el elemento trabajo, es fundamental para fortalecer las relaciones humanas”.
Dice que él es “la cara visible” de este proyecto, pero que “esto no funciona sino hay un equipo de personas”. Hoy convive en estos proyectos con 27 personas diferentes de “una media de edad de unos 53 o 54 años. Cada mañana salimos hasta las ocho de la tarde para trabajar la tierra”. Y Emiliano asegura que además “lo compartimos con ilusión, nos autoabastecemos de una forma importante en nuestra alimentación y gracias a este proyecto muchas personas encuentran sentido a su vida”.
Asegura que el primero que le ha encontrado sentido a su vida es él mismo: “Cuando uno ve estas realidades, necesariamente ve que tiene que cambiar la mentalidad. Hemos hecho camino comunitariamente y sobre todo el trabajo de la tierra te transforma y cambia a las personas”.
“Esta experiencia de compartir, es el rostro del Padre y el rostro del amor. Es la teología que me mueve. Lo que se está haciendo con el campo es un estropicio y una situación preocupante: los fertilizantes o los pesticidas que se usan… está generando cosas sin control. Está generando un problema gravísimo”. Por eso sus productos son totalmente naturales y afirma que de una calidad excelente. Igual que la importante labor que realizan con tantas personas que lo necesitan.
Tele VID te invita a compartir la Misa de hoy Martes 30 de Junio de 2020. #LaSantaMisa 👉 http://bit.ly/SantaMisaTeleVID 🙏 Suscríbete a nuestro canal 👍 http://bit.ly/SuscribeteTeleVID 📢 Oración para la Comunión Espiritual: Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén Lectio Divina: 👉 http://bit.ly/EvangelioDeHoy 👈 Santo rosario: 👉 http://bit.ly/SantoRosarioCatolico 👈 Un Nuevo Despertar: 👉 http://bit.ly/UnNuevoDespertarTeleVID 👈 Síguenos y haz parte de nuestro canal: YouTube: https://www.youtube.com/c/TeleVID Facebook: https://www.facebook.com/televid.tv Twitter: https://twitter.com/Canaltelevid Página web: http://www.televid.tv/ Haz tus donaciones en: http://televid.tv/donar/ #Misa #Eucaristia Eucaristía de hoy Martes 30 de Junio 2020, Santa Misa de hoy Martes 30 de Junio 2020
Este martes 30 de junio, de la décimo tercera semana de tiempo ordinario, el padre José Ignacio Fernández nos muestra cómo el Evangelio de hoy es una llamada a la perseverancia en medio de las dificultades. Jesús no oculta a sus apóstoles las pruebas que vendrán, sino que los anima a permanecer firmes en la fe mirando las promesas del futuro.
El tema de la comida es omnipresente hoy. Ya sea que estés navegando por Instagram, revisando recetas en Pinterest o descubriendo nuevas formas de comer que desafíen tu planificación de comidas, la comida es definitivamente un gran punto focal en nuestras vidas.
Sin embargo, a menudo es mejor recordar que quizás buscar la sencillez en la alimentación sea el mejor enfoque, y ¿qué mejor ejemplo a seguir que Jesucristo mismo?
Si bien es cierto que las recetas disponibles de hace 2000 años son limitadas, la Biblia está llena de información sobre lo que Jesús comió, ¡y va más allá de esos panes y peces!
Si haces clic en la galería a continuación, descubrirás algunos de los alimentos que Jesús y sus Apóstoles habrían comido que podrían ser útiles cuando esté pensando en tu próxima comida saludable.
¿A dónde se van nuestro hijo? La adolescencia es una edad complicada. Parece que nuestro hijo nos abandona, pero no es así. Es un periodo en el que necesita encontrarse consigo mismo, descubrirse, definir su identidad. Necesita su espacio y por eso se lo toma, aunque con frecuencia nos parezca que se aísla demasiado.
Cuando se siembra el bien, una educación con buenos valores, cuando se le da confianza y se vigila con prudencia, los resultados son positivos. Todos vuelven. Solo hay que saber esperar.
El adolescente se está formando, se está haciendo como persona. Es un individuo en proceso de construcción cuyo carácter sufre constantes cambios. Su mente es un hervidero de sensaciones y de proyectos, de necesidades y apetencias y, en este sentido, su manera de comunicarse nunca será muy clara. Por eso, pedirle que se siente a nuestro lado para dialogar como adultos sobre un problema es algo poco realista.
Para poder comunicarnos con él podemos intentar algunas de estas 6 estrategias que encontrarás en esta galería o en la página 2
Educar es un arte y nadie nace sabiéndolo. Es la empresa y la responsabilidad más importante de la vida. Nunca hay que dejar de aprender y de ejercitarse en esta área, como por otra parte también los hijos viven su día a día tratando de aprender el arte de vivir y de desarrollarse en su vida personal y social.
Suscríbete a nuestro canal 👉 http://bit.ly/SuscribeteTeleVID 👈 El Padre Fray Jorge Iván Duque comparte con nosotros el #EvangelioDeHoy Martes 30 de Junio de 2020, Mateo Capítulo 8 Versículos 23 al 27. Conéctate con la #LectioDivina 📖 http://bit.ly/EvangelioDeHoy Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,23-27): En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron. De pronto, se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: «¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!» Él les dijo: «¡Cobardes! ¡Qué poca fe!» Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Ellos se preguntaban admirados: «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!» #PalabraDelSeñor Eucaristía de hoy: 👉 http://bit.ly/SantaMisaTeleVID 👈 Santo rosario: 👉 http://bit.ly/SantoRosarioCatolico 👈 Un Nuevo Despertar: 👉 http://bit.ly/UnNuevoDespertarTeleVID 👈 Síguenos y haz parte de nuestro canal: Facebook: https://www.facebook.com/televid.tv Twitter: https://twitter.com/Canaltelevid Página web: http://www.televid.tv/ Haz tus donaciones en: http://televid.tv/donar/
Desde Madrid, España, se une virtualmente con nosotros, el Padre Jesús, más conocido como el Padre “Curry”, integrante de la banda católica española, “La Voz del Desierto”. Él ha sufrido de primera mano los estragos de la actual pandemia que azota a todos, con la pérdida de su padre. Además, nos cuenta como la Iglesia en España ha servido al más necesitado y como la fe en Dios ha vuelto a muchos en estos tiempos. Y, desde Queens, New York, María Rivera, ahora de 100 años, nos acompaña con su usual alegría, enseñanzas de fe y amor al Señor. Ella nos da consejos para vivir nuestras vidas en paz, en medio de estas tormentas.
Una subasta benéfica recogerá en dinero necesario para pagar a los pequeños pacientes oncológicos del hospital Policlínico Gemelli un viaje de peregrinación a Lourdes. Y el Papa Francisco ha donado para la subasta una bicicleta eléctrica de última generación.
La iniciativa para los niños de la unidad de oncología del Hospital Policlínico Gemelli en Roma está siendo organizada por la sección de Roma y Lazio de Unitalsi, una organización italiana de apoyo a los enfermos que organiza peregrinaciones a Lourdes.
El presidente de la Sección de Unitalsi de Roma y Lacio, Preziosa Terrinoni, recuerda que “el Santo Padre siempre ha estado cerca de los niños y, además de entretenerse con ellos cada vez que visitaba la estructura, hace algunos años también quiso recibirlos en una visita en el Vaticano».
Incluso el Papa nunca olvidó ese día memorable que pasó con los niños en la unidad de oncología de Gemelli. De hecho, en los últimos días, «pensó en ellos donando una bicicleta eléctrica de última generación».
Lourdes
El secretario privado del Papa, Mons. Yoannis Lahzi Gaid, intermedió y entregó el regalo a los jefes de la Sección de Unitalsi de Roma y Lazio para transformarlo en un instrumento de solidaridad.
De hecho, la bicicleta eléctrica se subastará en el portal Unitalsi. Las ganancias se donarán a los niños ingresados en la Policlínica Gemelli, en Roma, para darles a los pequeños esa experiencia de peregrinación, caracterizada por la amistad, la fe y el intercambio.
El P. Gianni Toni, asistente de la sección de Unitalsi en Roma y Lacio, en una entrevista con Vatican News, afirma que, con este regalo, «el Papa Francisco también proporcionó apoyo psicológico a nuestros voluntarios, nos dijo que empezáramos de nuevo y lo hizo dándonos un estímulo para volver a caminar, apoyándonos. Para nosotros es un ‘camino con ustedes’ y esto es muy importante».
Donaciones
El Papa Francisco también donó 2.500 pruebas de Covid-19 al Ministerio de Salud de Gaza, a través de la Congregación para las Iglesias Orientales. La entrega de los kits, que tuvo lugar el 17 de junio, fue coordinada por la Delegación Apostólica, el Patriarcado Latino de Jerusalén y Caritas Jerusalén.
Los kits fueron entregados por Caritas Jerusalén y el P. Gabriel Romanelli, párroco latino de la Sagrada Familia en Gaza. La donación es parte de las iniciativas promovidas por el Fondo de Emergencia, deseado por el Papa Francisco, para ayudar a los países más afectados por la propagación de Covid-19.
Entre ellos, Siria, que recibió 10 ventiladores, otros tres fueron donados al Saint Joseph Hospital en Jerusalén, mientras que los kits con pruebas de Covid-19 se enviaron al Holy Family Hospital de Belén.
Estas donaciones son sólo parte de los numerosos gestos recientes de solidaridad del Papa, especialmente a las poblaciones más afectadas por el COVID-19. Pero, también, de las llamadas telefónicas que llegan a obispos, comunidades, médicos, enfermeras que experimentan sufrimiento y dificultades, tanto en los pasillos de los hospitales, en la curia o en asociaciones voluntarias en primera línea. Para cada uno, una palabra o un gesto y mucha gratitud.
Celebrar el mismo día a los dos pilares de la Iglesia tiene su qué. La liturgia muestra que tanto en uno como en otro se ha vivido el mismo misterio.
A algunos les gusta enfrentar a Pedro y a Pablo. El primero representa la institución (de la Iglesia) y el segundo, el carisma (del Espíritu).
La institución es necesaria, pero represiva; el carisma es individual, pero inventivo. Pedro ordena, Pablo entusiasma, etc.
Pero este reparto quizás no esté tan bien pensado. En cierto sentido, Pedro es carismático (causa sensación en el Evangelio) y Pablo es institucional (ese fariseo no hacía más que fundar estructuras).
Además, tanto uno como otro están revestidos de gracias de carisma y de institución, por su vocación de apóstoles.
Sobre todo, la oposición misma de carisma y de institución hay que someterla a crítica.
Es tan discutible como la ruptura filosófica de la que depende, que consiste en decir que la libertad solo puede ejercerse liberado de toda autoridad.
Nada es gratuito, ninguna teología carece de opción filosófica, ningún viaje catequético carece de presuposiciones, que hay que detectar.
Tener un poco de cara
Pedro y Pablo son también unos grandes personajes, que el cine podría calificar de ‘caraduras’. Están lejos de un cristianismo aséptico, de una fe para un día de lluvia.
Ellos tienen las características de los santos: personalidades fuertes, con defectos tan destacados como sus cualidades, pero ¿qué más da? La gracia los envolvió, los transformó a través de los dones y el trabajo de las virtudes.
Y si bien es cierto, también lo es que la gracia transforma lentamente, porque nuestro espesor resiste y, en cualquier caso, la gracia nunca cambia una personalidad.
Al contrario, cuanto más cristiano es uno, más se es uno mismo. Los rasgos nos iluminan, pero también nos delatan. Así que, para ser cristiano, hay que echarle cara, hay que convertirse en un “caradura”.
Todo esto no sería nada si Pedro y Pablo se hubieran contentado con buscar a Dios. No solo Lo buscaron. Lo dieron a los demás, se entregaron por los demás. Esta fue su gracia, esta fue su vocación.
No pongamos peros: es el destino del cristiano ser hecho a semejanza de su Señor.
Suplicio doblemente infamante para Pedro (crucificado cabeza abajo), suplicio noble y cívico para Pablo (decapitado), ellos fueron hasta el final, hasta el sacrificio supremo, por la sola gracia de Cristo. La Iglesia se lo debe todo. Seamos a la vez Pedro y Pablo.
1. Entre los títulos del Papa, el de “obispo de Roma” es el primero. Incluso cuando Roma estuvo en ruinas en tiempos de los bárbaros, incluso cuando el Papa residió lejos de Roma, incluso cuando estuvo en el exilio, nunca se ha planteado disociar la función de “papado» de la función “episcopal”.
Fue en Galilea, y no en Jerusalén, donde Jesús, después de su resurrección, dio a sus apóstoles la misión de anunciar el Evangelio a todas las naciones.
El libro de los Hechos de los Apóstoles muestra que el Evangelio se propagó justo cuando Roma se convirtió en el centro de gravedad de la Iglesia.
Por otro lado, ¿qué habría sido de la Iglesia en una Jerusalén devastada por los romanos en el año 70, tal y como Jesús había anunciado?
La historia del papado, después de más de dos mil años, ha conocido casos de mártires, como el de Pedro, pero también de exiliados: Cleto, Clemente, Cornelio y Lucio en la época de la persecución romana; Liberio en tiempos de Constantino; Silverio en tiempo de los bárbaros.
Durante los siglos, antes del cisma de 1054, Constantinopla fue una ciudad infinitamente más brillante que Roma. Constantinopla, a pesar de estar orgullosa de su grandeza, jamás reivindicó el primado.
Más tarde, en un periodo de 70 años, en una época en la que Francia ejerció una fuerte presión sobre el papado, los sucesores de Pedro residieron en Aviñón (1309-1377).
Santa Catalina de Siena se dirigió duramente al papa Gregorio XI para que volviera a Roma. Al final lo consiguió.
Pero incluso en estos tiempos turbulentos, nunca se puso en cuestión si el obispo de Aviñón era el Papa. Igualmente, los “Papas de Aviñón” nunca tomaron el título de obispos de Aviñón.
Ya en la era moderna, Napoleón I deportó a Pío VI a Valence-sur-Rhône (Francia): el papa murió allí. Prosiguió con Pío VII, a quien deportó a Génova y después a Fontainebleau.
Cuando Roma fue amenazada por los piamonteses, Pío IX se refugió en el sur de Italia, en Gaeta. Pero volvió a Roma lo antes posible, esta vez con la ayuda de los franceses.
Tras la anexión de Roma al reino de Italia, el Papa se consideró como “prisionero” en el Vaticano. Protestó pero permaneció allí. Como Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que temía ser secuestrado por los nazis.
Durante cada cónclave, en el que se elige a un nuevo Papa, los romanos se dirigen dos veces al día a la plaza de San Pedro para ver si hay “fumata blanca”.
2. El Papa tiene autoridad sobre los obispos, pero es ante todo un obispo. Ahora bien, un obispo está siempre en relación con una diócesis, aunque en ciertos casos se trate de diócesis en las que ya no hay cristianos.
El concilio Vaticano I, con el reconocimiento de la infalibilidad, corre el riesgo de separar al Papa de los obispos.
En realidad, no existe un cuarto grado en el sacramento del orden, aparte de los diáconos, de los sacerdotes y de los obispos.
La relación de los obispos con el Papa se expresa mediante la fórmula cum Petro et sub Petro: “en comunión (cum) con Pedro y bajo (sub) la autoridad de Pedro. Si el Papa deja de ser obispo de Roma, este equilibrio se rompería.
Cada obispo está siempre en relación con una diócesis concreta. También los que están al servicio de la Santa Sede o los obispos auxiliares, cuyas diócesis de las que son titulares a menudo no tienen más que una existencia histórica (los cristianos en ellas han desaparecido).
Se trata de una ficción que tiene, por lo menos, la ventaja de mostrar que un obispo está siempre vinculado a un territorio y a un pueblo concreto.
Un Papa que ya no fuese obispo de Roma se parecería más a un secretario general de la ONU.
3. La catedral del Papa es la basílica de San Juan de Letrán. Para el gobierno de la diócesis, le ayuda un cardenal “vicario”.
Poco después de la vuelta de Aviñón, los Papas residieron en la basílica de San Juan de Letrán. Cuatro concilios ecuménicos llevan el nombre de Letrán.
Cuando el palacio se desmoronó, el papa Gregorio XI se refugió en el Vaticano, junto a la tumba de san Pedro. Pero la catedral de la diócesis de Roma siguió siendo San Juan de Letrán.
A pesar de que el Papa entonces nunca salía del Vaticano, Pío XII se dirigió a los lugares afectados por el bombardeo del 19 de julio de 1943. Como la reina de Inglaterra en Londres después del Blitz.
Al mismo tiempo que anunció un concilio ecuménico, el papa Juan XXIII lanzó un sínodo para la Iglesia de Roma.
Juan Pablo II, en el transcurso de su largo pontificado, tuvo la ocasión de visitar, domingo tras domingo, todas las parroquias de Roma.
Unos días después de su elección, el papa Benedicto XVI se dirigió a San Juan de Letrán para tomar posesión como obispo de Roma.
Una semana más tarde, reunió a los sacerdotes y a los diáconos y les insistió en la necesidad de formar, en Roma, una verdadera Iglesia local.
Para el gobierno cotidiano de la diócesis, el Papa es ayudado por un cardenal “vicario”. La residencia del cardenal y de los servicios diocesanos están situadas junto a la basílica de San Juan de Letrán.
El Papa celebra allí la Misa del Jueves Santo, durante la cual los sacerdotes de la diócesis renuevan sus compromisos.
4. Los cardenales, aunque estén en todo el mundo, pertenecen a la diócesis de Roma y son titulares de una iglesia romana.
En el gobierno de la Iglesia universal, el Papa es asistido por consejeros. A lo largo de los siglos, estos fueron solamente sacerdotes de la diócesis de Roma.
A partir de la Edad Media, los cardenales formaron un grupo determinado, que fue llamado más tarde el “Sacro Colegio”.
Arzobispos que gobernaban diócesis más o menos alejadas de Roma empezaron a formar parte de él, sin dejar su diócesis.
Pero, para subrayar claramente que es la Iglesia de Roma la que tiene la misión, según la hermosa fórmula de Ignacio de Antioquía, de “presidir en la caridad” entre todas las Iglesias, los cardenales se convierten en titulares de una iglesia en la diócesis de Roma.
“Papa” y “obispo de Roma”: dos expresiones que convergen en una sola persona. Por ello el hoy emérito papa Benedicto XVI, en la homilía anteriormente citada, decía: “En cuanto católicos, todos somos, de algún modo, también romanos”.
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Quiero aprender a vivir con paz en medio de mis dudas. No siempre es tan necesario resolver todas mis preguntas. Tiendo a preguntar, quiero saberlo todo, tener certezas.
Parece como que la vida se juega en encontrar respuestas a todas las preguntas posibles. Como si hubiera un tutorial en internet para cada duda que se me plantee. Hay muchas respuestas, pero no están todas.
A veces me angustio en mis preguntas y busco un sacerdote, un gurú, un catedrático, alguien culto, un santo, un terapeuta, un sabio que me lo aclare todo.
Pretendo que ellos con una sabiduría que yo no poseo resuelvan todos mis conflictos interiores, aclaren todas las dudas, despejen todos mis miedos.
Busco a alguien siempre fuera de mí, por encima de mí, con la autoridad suficiente como para decirme lo que está bien y lo que está mal en todas esas preguntas y temas delicados donde quizás yo no lo tengo todo tan claro.
¿Qué sostiene la Iglesia? ¿Qué defiende la ciencia? ¿Qué afirma el mundo? ¿Qué susurra Dios? Quiero tener certezas sólidas que me permitan caminar por la vida sin tambalearme.
Me asustan las incertidumbres de este tiempo. Es como un mar revuelto lleno de futuribles inciertos entre los que la barca de mi vida sufre entre las olas.
Quiero afirmaciones contundentes, respuestas definitivas, dogmas claros y férreos que tranquilicen mi conciencia. Espero incluso que otros decidan por mí, cuando yo no soy capaz de tomar decisiones.
Y si luego me siento atacado o juzgado por otros, diré, con mucha calma y elegancia, que son otros los que me han aconsejado e incluso tomado una decisión de la cual no soy responsable.
Y así mi alma seguirá estando tranquila dejándose llevar por las rutas que otros me marcan. Sin madurar yo, sin hacer el ejercicio sabio de discernir lo que Dios quiere para mi vida.
Creo que este tiempo que me toca vivir me invita a vivir con preguntas abiertas.
¿Cuándo acabará esta pandemia? ¿Cuándo podré realizar todos mis planes previstos? ¿Cuándo podré volver a mi vida normal, esa vida de antes? ¿Se habrá perdido algo en este tiempo de guerra, algo esencial en mi vida de antes? ¿Habré perdido algo de lo que tenía guardado en mi alma? ¿Habrán cambiado muchas cosas en mi forma de vivir, de amar, de entregarme?
En mi mentalidad masculina me cuesta vivir con preguntas sin respuestas, con problemas no resueltos, encrucijadas en las que no tomo una dirección concreta y permanezco detenido, sin respuestas, aguardando.
Me da miedo quedarme quieto en medio de indecisiones que me turban por dentro. Me asustan esas verdades calladas y esas otras mentiras expuestas que veo a mi alrededor tantas veces e incluso dentro de mi alma.
Quiero conservar la alegría y la paz en medio de vientos extraños y noches sin estrellas. Sueño con la luz clara del día que llevo dentro del alma.
Y sé que despejando nubes no alcanzaría a ver el sol que tanto sueño. Por eso me dejo llevar en las alas del viento. Confiando en que las respuestas más importantes ya me las ha dado Dios en mi alma.
La única certeza que sostiene mi vida es su amor inmenso. Me gustan esas palabras:
«¡Somos hijos de la luz, no de las tinieblas! Aquel ‘alégrate’ abre en modo programático la realización de la salvación, la cual entra en el mundo como un don que se acoge con alegría y para la alegría, aun en medio de la incertidumbre o el sufrimiento. La ‘buena noticia’ llena de gozo a la Virgen, aceptando el mandato-don de alegrarse, aunque broten dudas, incertezas y preguntas de ‘cómo’ se cumplirá el plan divino» .
Sigo guardando en el alma miedos y dudas, incertidumbres y preguntas abiertas. Pero sé que el don que recibo de Dios es la confianza para seguir caminando como María lleno de alegría.
Ya no me turbo al pensar que no tengo muchas respuestas ni para mí, ni para otros. Tengo preguntas que despiertan nuevas preguntas y eso me alegra.
A veces creo que me aburriría contar con respuestas claras y definitivas para todo. Me quitaría la paz pensar que le puedo decir a cualquiera lo que tiene que hacer en cada momento. Y creer que sé muy bien el camino que debe tomar para ser feliz.
Esa presunción me asusta. Creer que tengo una sabiduría por encima de otros y que tengo respuestas que otros no tienen. Me gusta más la sensación de mi alma pobre que no cuenta con muchas respuestas y que vive anclada en profundas preguntas. Confiando siempre en que la certeza única que sostiene mi vida sea ese amor personal y profundo que Dios me tiene.