octubre 2017
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19:15 ,

Creo que tengo poca tolerancia a la frustración. Hago planes y persigo objetivos. Pero súbitamente todo se viene abajo. Un imprevisto, un imponderable. Algo frustra mis planes. Me rebelo, me lleno de ira y rabia. Me desaliento y pierdo la esperanza. Me pongo negativo y triste.

Definitivamente tengo un problema. Mi poca tolerancia a la frustración me hace infeliz. Tal vez es que desde niño me acostumbré a lograr todo lo que quería. O la vida me lo puso fácil. O fueron mis padres con su afán de protección. Por eso quizás no desarrollé la fuerza interior necesaria para vencer los obstáculos, sin darme por vencido.

Veo a tantas personas que se hunden ante la más pequeña contrariedad en sus vidas. Como esos niños caprichosos que se creen con derecho a poseer todo lo que desean. Sin esfuerzo. Sin sacrificio. Sin exigencia. No hay lucha. No existen los obstáculos.

Los padres solucionadores de problemas dejan el camino allanado a sus hijos. Les hacen un flaco favor. Les evitan posibles fracasos y golpes. Por evitar sus caídas los hacen débiles. No quieren que tengan que esforzarse.

Corro el riesgo de volverme blando y cómodo cuando busco a personas que me solucionen los problemas. Busco a alguien que me lo ponga todo más fácil. Alguien que me consiga lo que me hace falta.

Ante cualquier problema busco esa ayuda. Me ahogo en un vaso de agua y no sé ver lo bueno oculto en lo malo que me sucede. Me lleno de rabia y rencor, echando la culpa de mi fracaso a un mundo injusto.

Y utilizo expresiones que me hacen daño, porque son falsas: Siempre me sale todo mal a mí. Nunca logro lo que deseo. Siempre hay otros que triunfan. Siempre soy yo el que fracasa. Esos pensamientos negativos sobre mí mismo me hacen daño. Esa imagen falsa de la vida se mete dentro del alma. Esos sentimientos al mirar mi camino me llevan a perder la esperanza en el futuro.

Entonces me vuelvo negativo y todo lo veo mal. No hay matices en mis juicios. Todo me parece blanco o negro. No veo los grises que me permiten mirar la vida de otro color.

Travis Bradberry habla sobre las actitudes tóxicas: Si no adoptas una perspectiva objetiva, tus emociones seguirán sesgando tu percepción de la realidad y serás vulnerable al efecto de los monólogos internos pesimistas, que pueden impedirte aprovechar todo tu potencial.

Ante mi enfado y frustración me vuelvo vulnerable. Dejo de aprovechar mi potencial. Dejo de ver la luz. Cedo al pesimismo. Me amargo y me vuelvo crítico. No dejo que otros triunfen a mi lado, los juzgo. Tengo poca tolerancia a la frustración.

Quiero aprender a cambiar mi forma de pensar. Ante las contrariedades de la vida me levanto y lucho. No me quedo lamentándome mientras me lamo las heridas. Vuelvo a la lucha, no me doy por vencido.

Me gusta la actitud de los que nunca se cansan de entregar la vida, un día tras otro. Esa fuerza infinita es la que me hace resiliente. Capaz de enfrentar las dificultades del camino. Entonces logro ver lo bueno que hay en mí y en los hombres. Veo la bondad en los que antes sólo veía lo malo.

Decía el P. Kentenich: Debemos reconocerles a los demás el derecho a su modo de ser. Por eso, educarnos primero nosotros y ver en el otro más lo positivo, lo valioso, antes que poner siempre en primer lugar lo que en él no me agrada. No es que queramos negar lo que haya de negativo, Dios lo sabe. Por el contrario, será muy valioso si sabemos claramente, uno del otro, donde está la pequeña o la gran originalidad y donde empieza el defecto [1].

Aceptar los defectos. Ver las virtudes y los talentos. No convertir las propias debilidades en barreras infranqueables, en obstáculos insalvables.

Soy historia por hacer y me voy haciendo cada día desde mi barro. Tengo mucho potencial que todavía no he explotado. Semillas que han de morir para dar vida. Quiero creer en todo lo que puedo llegar a ser. Miro lo bueno que hay en mí, la semilla escondida, y eso me ayuda a ver lo bueno que hay en los demás.

Quiero que mi frustración no me llene de amargura. Es el peor de los sentimientos. Porque acaba con la luz y me hace infeliz. Y logra que no vea lo bueno en los demás, ni en mí mismo. Y dejo de alegrarme con la felicidad ajena.

Quiero mirar con luz y paz la vida de los demás. Aprender de las contrariedades del camino que me exigen paciencia y un espíritu positivo ante la vida. La fuerza de volver a empezar. Así suele ser en mi vida.

Las dificultades me tienen que hacer más fuerte. Más de Dios. En los fracasos me vuelvo más humilde. Cuando caigo me levanto y vuelvo a empezar consciente de lo que tengo y de lo que me falta.

Sé cuáles son mis dones y mis carencias. Veo mi misión con claridad. No lo veo todo negro. Puedo fracasar, puedo salir adelante. No veo que todo sea blanco. Puedo vencer igual que puedo caer derrotado. No siempre es fracaso no ganar una batalla. La guerra de la vida es muy larga. Y en todas las batallas que enfrente podré ganar o perder. Pero al final es Dios el que vence en mí cuando me dejo moldear por Él.

Me gusta mirar así la vida. Caigo de nuevo. Caigo y me levanto. No vivo frustrado y enfadado con el mundo. No busco enemigos por todas partes. Me alegro de lo que tengo. Y acepto que no todo lo puedo conseguir en esta vida. Sé que mis tropiezos me enseñarán a caminar más lejos. Y en medio de mis caídas me levantaré y no me quedaré derrotado. Me gusta esta forma de ver la vida.

17:15 ,

En la tarde de este miércoles un nuevo atentado terrorista volvió a sacudir a la ciudad de Nueva York –suroeste de Manhattan- cuando un hombre que conducía un camión embistiera a un grupo de transeúntes dejando de momento un saldo de ocho muertos y más de una decena de heridos.

El encargado de confirmar que se trató de un acto “cobarde de terrorismo fue el propio alcalde Bill de Blassio.

“Es un día muy doloroso para nuestra ciudad, una tragedia horrible. Déjenme ser claro, basados en la información que tenemos en este momento, esto fue un acto de terrorismo, un particularmente cobarde acto de terrorismo”, aseguró.

Inmediatamente, la Policía de Nueva York indicó que el vehículo golpeó a varias personas en el trayecto y que el sospechoso “salió del vehículo exhibiendo armas de fuego falsas y recibió disparos del Departamento de Policía de Nueva York”.

Recemos por las víctimas de los atentados

con el corazón apesadumbrado, acudimos a Ti.

Escucha nuestra oración, ten misericordia de nosotros,

atiende las súplicas de quienes te invocan

en esta hora de tribulación y de prueba.

Te pedimos, Dios de la vida,

por las víctimas mortales del ataque terrorista.

Son hijos tuyos; son hermanos nuestros.

Padre nuestro, acógelos en tu seno.

Atiende nuestra oración, Dios de la salud,

por los heridos de esta masacre.

llénalos de tu gracia y de tu paz.

Visita, Dios consolador, a los familiares de las víctimas.

Reviste con tu manto de misericordia y de amor

las llagas de su corazón y de su alma.

Te pedimos por la conversión

de los que odian y utilizan la violencia.

Príncipe de la Paz, Señor Crucificado, Jesucristo Resucitado, compadécete de nosotros, intercede por nosotros.

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra,

Salud de los enfermos, consoladora de los afligidos,

reina de la Paz y de la familias. Ruega por nosotros.

13:03

(ZENIT – 31 Oct. 2017).- “Ay de aquellos que predican el Reino de Dios con la ilusión de no ensuciarse las manos”, ha observado el Papa Francisco esta mañana en Santa Marta.

Homilía del Papa Francisco en la Misa celebrada esta mañana, 31 de octubre de 2017,en la capilla de la Casa de Santa Marta, inspirándose en el episodio evangélico de San Lucas en el que Jesús compara el Reino de Dios con el granito de mostaza y la levadura.

Francisco ha exhortado a “ensuciarse las manos”: Es verdad que si se echa la semilla, se la pierde, y que si se mezcla la levadura, “me ensucio las manos”, porque “siempre hay alguna pérdida al sembrar el Reino de Dios”.

El Santo Padre afirmó que el granito de mostaza y la levadura son elementos pequeños, y sin embargo, “tienen dentro un poder” que los hace crecer. Así sucede con el Reino de Dios: su poder viene desde dentro.

Asimismo, el Papa reflexionó a partir de la Carta de San Pablo a los Romanos, propuesta en la Primera Lectura, que pone de manifiesto las tensiones existentes en la vida: sufrimiento que –como dijo el Papa– “no son comparables a la gloria que nos espera”.

De manera –continuó Francisco– que se trata “de una tensión entre sufrimiento y gloria”. Y en estas tensiones hay “una expectativa ardiente” hacia una “revelación grandiosa del Reino de Dios”. Una expectativa que no es sólo nuestra, sino también de la creación, sometida a la caducidad “como nosotros” y “tendente hacia la revelación de los hijos de Dios”. A la vez que la fuerza interna que “nos conduce con esperanza hacia la plenitud del Reino de Dios”, es la del Espíritu Santo.

“Es precisamente la esperanza la que nos lleva a la plenitud. La esperanza de salir de esta cárcel, de esta limitación, de esta esclavitud, de esta corrupción, y llegar a la gloria: un camino de esperanza. Y la esperanza es un don del Espíritu. Es precisamente el Espíritu Santo que está dentro de nosotros y conduce a esto: a una cosa grandiosa, a una liberación, a una gran gloria. Por esta razón Jesús dice: ‘Dentro de la semilla de mostaza, de aquel grano pequeñísimo, hay una fuerza que desencadena un crecimiento inimaginable’”.

El Papa, como de costumbre hace, ha invitado a hacerse algunas preguntas, en este caso, ha animado a los presentes a “interrogarnos, hoy, si creemos que allí, en la esperanza, está el Espíritu Santo con quien hablar”.

13:03

«Carmelita portugués, primeramente esposo y padre. Con un remedo de la prodigiosa Excalibur, y amparado por la Virgen, obtuvo grandes victorias. Fue bienhechor de los pobres, artífice de conventos y monasterios»  

En esta festividad de Todos los Santos, la Iglesia celebra también la vida de este portugués, aclamado fervorosamente en su país que lo festeja el 6 de noviembre.

Nació el 24 de junio de 1360, se cree que en Cernache de Bonjardím, Portugal. Pertenecía a la nobleza, ya que era hijo del caballero Álvaro Gonçalves Pereira, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, gran prior del hospital que esta obra había establecido en el convento de Flor da Rosa. Álvaro tuvo diez hijos. Nuño fue fruto de una unión ilícita, pero al año de nacer lo reconoció legalmente. Ello permitió al muchacho disfrutar de los beneficios que le proporcionaba su ilustre ascendencia. Su infancia transcurrió entre las tropas que estaban al mando de su padre y los libros de caballerías, que hacían furor en la época, sin perder la inocencia de la que estaba adornado. La historia de su vida tiene poco que envidiar a las literarias. Porque el pequeño Nuño, imbuido por las gestas de los caballeros de la Tabla Redonda que las obras ponían a su alcance, se enamoró de los altos ideales impregnados de pureza que atisbaba en los personajes. Soñaba con emularlos, proteger el santo Grial empuñando en sus manos un remedo de la prodigiosa «Excalibur», y convertirse en otro héroe defensor de su país. De hecho, su madre cariñosamente le llamaba «mi Galaaz», nombre de uno de los adalides del rey Arturo.

Realmente, Nuño era valeroso y, como tal, a los 13 años fue armado caballero y designado paje de la reina Leonor Teles. En su corazón ansiaba la vida celibial, pero cuando tenía 16 años, su padre, con la venia del rey, determinó que contrajese matrimonio con Leonor de Alvim, una joven y acaudalada viuda sin descendencia. Tuvieron tres hijos; los dos varones fallecieron en el parto, sobreviviendo la niña, Beatriz, que sería la esposa del primer duque de Bragança, Alfonso, hijo del rey Juan I. Leonor murió en 1388 al poco tiempo de dar a luz a esta única hija, cuya educación fue confiada por su progenitor a la abuela de la niña.

Históricamente, la muerte del rey Fernando I de Portugal vino acompañada de graves conflictos. Partió de este mundo sin dejar herederos varones y Juan, maestro de Avis –hijo, aunque fuera natural, de Pedro I de Portugal, como lo era el legítimo Fernando–, se vio obligado a luchar por la corona de su país contra el rey Juan I de Castilla que pretendía el gobierno luso. La armadura con la que había sido investido caballero Nuño era del maestro de Avis; mantenían una estrecha cercanía. Así que éste lo designó condestable, otorgándole el título nobiliario de conde de Ourém. Al frente de las tropas, Nuño le apoyó en sus aspiraciones monárquicas, y obtuvo varias victorias, algunas de las cuales por ser tan memorables han pasado a los anales de la historia portuguesa como la batalla de los Atoleiros, y especialmente las de Aljubarrota y Valverde. Nuño ya era un gran militar y luchaba con una potente espada, que se conserva, en la que mandó grabar: «Excelsus super omnes gentes Dominus» (El Señor se eleva sobre todos los pueblos), y en la que inscribió, junto a la cruz y una flor de lis, el nombre de María.

El convento del Carmen fue mandado construir por él en terrenos de su propiedad en cumplimiento de la promesa efectuada tras ganar la batalla de Aljubarrota. Porque en medio de los conflictos bélicos, este héroe no abandonaba las prácticas de piedad. Vivía de manera tan ejemplar que invitaba a proceder honestamente a quien se hallaba a su lado. Adoraba al Santísimo Sacramento, sentía una profunda devoción por la Eucaristía, y por la Virgen María, a la que consideraba indudable protectora en el combate y artífice de sus victorias, oraba fervientemente, socorría caritativamente a los pobres, y no consentía gestos licenciosos a su alrededor. Jamás tuvo reparos en mostrar a todos el signo externo de su fe plasmando impresos los rostros de Cristo crucificado, de la Virgen María, del apóstol Santiago y de san Jorge en el estandarte que llevaba. Muchas iglesias y monasterios se deben a su generosidad.

Beatriz falleció en 1414. En agosto de 1422 el santo ingresó en la Orden carmelita, justamente en el convento que él había mandado erigir en Lisboa, aunque su deseo hubiera sido recluirse en una comunidad alejada de Portugal. No pudo hacerlo porque don Duarte, hijo del rey, no lo consintió. Era un hombre eminentemente mariano, y en el hecho de elegir el Carmelo para pasar allí el resto de sus días, pesó su devoción por la Santísima Virgen. Al dar este paso, se desprendió de todos sus bienes y tomó el nombre de fray Nuño de Santa María. No quiso para sí ninguna prebenda; eligió ser un simple «donado» escogiendo una apartada y humilde celda para llevar a cabo su intensa ofrenda de amor. No solo mantuvo intactos los pilares que hasta entonces habían jalonado su vida espiritual, sino que acentuó su oración, ayuno y penitencias, siendo ejemplar en la vivencia de la observancia. Los religiosos vieron en sus virtudes un modelo a seguir. Murió con fama de santidad el 1 de abril de 1431 acompañado de su entrañable amigo, el monarca Juan I, y de grandes personalidades del reino. Fue beatificado por Benedicto XV el 23 de enero de 1918 y canonizado por Benedicto XVI el 26 de abril de 2009.

12:33

(ZENIT – 31 Oct. 2017).- “Hoy no podemos distinguir ser religioso de ser `interreligioso´” ya que “una relación positiva entre religiones parece una necesidad absoluta”, dijo el cardenal Pietro Parolin desde Zagreb, donde se reunió con líderes religiosos croatas con motivo de su visita al país del 29 al 31 de octubre de 2017.

En su intervención publicada por L’Osservatore Romano en italiano del 1 de noviembre, el “número 2” del Vaticano expresó la urgencia de “compartir las riquezas espirituales de uno mismo y valorar lo que une, incluidas las diversas creencias”. “Esto requiere una evolución valiente” y una “aceptación sincera del otro”, ya que la ignorancia “a menudo ha sido un motivo de intolerancia, lucha y división”.

En el país que históricamente muestra una “coexistencia sostenible de la cultura latina, bizantina e islámica”, el cardenal recordó que “los croatas fueron los primeros eslavos en convertirse al Evangelio” y que el cristianismo juega en el país un “papel irremplazable”. “Croacia es un modelo de pluralismo donde la conciencia de las raíces espirituales de uno no se ha debilitado”.

En un diálogo con los obispos, Mons. Parolin también habló de la dictadura comunista, que de 1945 a 1990 “hizo todo lo posible por cortar el vínculo entre el pueblo de Croacia y la Santa Sede, al hacer de la Iglesia el objeto de una persecución sistemática”. Rindió homenaje a la fidelidad cristiana: “ni los campos de concentración ni el ateísmo sistemático” podían “borrar” la “madurez de esta Iglesia”.

El cardenal instó a los obispos a “proteger y desarrollar este patrimonio” para que “la identidad cristiana de Croacia no solo tenga un pasado y un presente, sino también un futuro”.

Finalmente, el Secretario de Estado agradeció al Arzobispo de Zagreb, el Cardenal Bozanić, y al Obispo de Požega, Mons. Škorčević, “por el trabajo realizado en la Comisión Mixta de Expertos de Croacia y Serbia para una revisión de la figura del Beato Cardenal Alojzije Stepinac. Este fue un gesto muy ecuménico hacia los hermanos ortodoxos. Estoy encantado de que hayan llegado al final del trabajo con la alegría y la esperanza de una concordia más profunda “.

Durante su visita, escribe el Vaticano todos los días, el cardenal Parolin se reunió con la presidenta Kolinda Grabar-Kitarović y el primer ministro Andrej Plenković.

12:13

(ZENIT – 31 Oct. 2017).- El Papa Francisco recibirá al presidente de la República de Moldavia, Igor Dodon, en la mañana del sábado 4 de noviembre de 2017, en el Vaticano.

Esta será la primera visita del presidente, que asumió el cargo en diciembre de 2016

La última audiencia de un jefe de estado moldavo en el Vaticano se remonta a 2010, cuando Benedicto XVI recibió al presidente del Parlamento de Moldavia, el presidente en funciones Mihai Ghimpu. El encuentro fue una oportunidad para destacar “la contribución positiva de la misión cumplida por la Iglesia Católica en Moldavia en beneficio de toda la población”.

Con una mayoría cristiana ortodoxa, Moldavia tiene unos 20.000 católicos, alrededor del 1% de la población.

11:30 ,

Pido a Dios todo lo que necesito. Mucho. A veces, parece que esto es constante, y que vivo diciendo de la mañana a la noche: “Señor, por favor, dame eso” o “necesito eso”. A menudo, mis necesidades también se extienden a las conversaciones con mis amigos. Siempre pido que oren por mí por varias intenciones.

Aunque intente no dejar que mis necesidades estén en el centro de mi oración, eso es casi inevitable. Tanto que a veces me pregunto si no está siento muy pobre.

Y llego a la siguiente conclusión: todos somos pobres; esto forma parte de la condición humana. Sin embargo, aunque nuestra necesidad nos vuelva un poco vulnerables, Dios lo ve de forma diferente. Él conoce nuestras necesidades. Y ellas le glorifican, dándole la oportunidad de respondernos con su bondad y piedad.

Dolindo Ruotolo, un fraile capuchino que vivió de 1882 a 1970, comprendió profundamente la relación entre nuestra necesidad y la bondad de Dios.

Ordenado a los 23 años, Dolindo pasó la vida en oración, sacrificio y servicio. Él escuchó confesiones, dio orientación espiritual y cuidó a los necesitados. Por un tiempo, sirvió como director espiritual de Padre Pío. Incluso, cuando algunos peregrinos de Nápoles, donde residía Dolindo, iban a Pietrelcina, Padre Pío acostumbraba a decir: “¿Por qué vienen aquí teniendo a  Dolindo en Nápoles? ¡Vayan a él, es un santo!”

El fraile se dio a conocer por su espiritualidad de rendición. Muy consciente de la flaqueza y de la necesidad humanas, Dolindo vio esto como una forma de promover una unión continua con Dios.

Al invitarnos a llevar continuamente nuestras preocupaciones y preocupaciones al Señor, él nos enseña que el foco de nuestras oraciones no debe permanecer en nuestras necesidades. Nos anima a llevar nuestras necesidades a Dios, dejándole libre para cuidar de nosotros con su sabiduría. Dolindo nos dice que el Senhor prometió asumir plenamente todas las necesidades que le confiamos. En las palabras de Jesús a Dolindo:

“¿Por qué te confundes con tu preocupación? Déjame a mí el cuidado de tus asuntos y todo estará en paz. Te digo, en verdad, que todos los actos de entrega verdadera, ciega y completa producen el efecto que deseas y resuelven todas las situaciones difíciles. (…)

Mil oraciones no son iguales a un acto de abandono; nunca olvides esto. No hay mejor novena que esta: oh Jesús, me abandono a ti. Jesús, asume el control.”

Muchas personas han atestiguado curaciones y gracias después de seguir los consejos de Dolindo sobre la constante realización del acto de abandono a la Divina Providencia. La oración de rendición también puede ser hecha en su totalidad o en nueve segmentos más cortos, como una novena diaria.

Yo hice la novena sugerida por fray Duolindo hce casi un año, y creo que no sólo es un recuerdo de la importancia de traer mis necesidades y preocupaciones al Señor, sino también una fuente de gran consuelo y aliento.

Dolindo Ruotolo es actualmente Siervo de Dios; su causa de beatificación está abierta.

“Mi Dios, no sé lo que va a pasar en este día. Sé, sin embargo que todo lo que me suceda Tu lo has dispuesto, previsto para mi mayor bien. Me basta saberlo, oh mi Dios, para sosiego y tranquilidad de mi corazón.

Sé que todo estará conforme con tu voluntad, y que el Amor infinito que me consagras con el Padre, el más amable y amigo, el más fiel. Soy como un niño frágil, que nada puedo ni en el orden de la naturaleza, ni de la gracia, y ni siquiera puedo tener un buen pensamiento en Ti.

Me entrego totalmente a tu amor paternal, sabiendo que, así como la madre lleva sólo para el bien al hijo que tiene en brazos, así Tu y mejor que ella, sólo puedes darme lo mejor para mi felicidad, santificación y salvación. Me abandono enteramente a tus santos, impenetrables y eternos designios, y a ellos me someto de todo corazón.

Quiero todo, acepto todo, te ofrezco todo uniéndome al sacrificio de Tu querido Hijo Unigénito y mi Salvador. En nombre de Jesucristo, por su Santísimo Corazón y por sus merecimientos infinitos, te pido la paciencia en el sufrimiento y la perfecta conformidad con Tu voluntad por todo lo que Tu quieras y permitas.

11:28

Entrevista a Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), sobre las emergencias en México, después de los sismos y los huracanes que abatieron a México en septiembre de 2017.

¿Podría darnos un panorama general de la situación que vive el pueblo de México luego de los desastres pasados?

Ya pasaron cuarenta días del sismo del 19 de septiembre en México y las primeras reacciones fueron entusiastas, de apoyo y servicio. Especialmente en los lugares donde hubo derrumbes se mantuvo un espíritu muy fuerte de los mexicanos, en todo el país inmediatamente se crearon centros de acopio y se enviaron tráilers y gran cantidad de víveres a los diferentes sitios afectados.

Es importante que tomemos conciencia que estos terremotos fueron distintos al ocurrido en 1985, donde hubo más muertes, pero donde sólo se afectaron dos ciudades: Ciudad de México y Ciudad Guzmán. Ahora este terremoto con sus miles de réplicas afectó a diez estados del país, que se traduce a veinte diócesis de la Iglesia mexicana. Con casi 500 pérdidas humanas y un sin número de desplazados, miles de casas destruidas, aproximadamente 150 mil construcciones afectadas y en el caso de nuestra Iglesia, más de 1700 templos dañados. Este terremoto dejó afectaciones que van a durar mucho tiempo y la reconstrucción de casas posiblemente tomará años, la Emergencia Primera, no es nada más un mes, sino al menos unos seis meses.

Todavía hay municipios en el estado de Oaxaca en dónde sigue temblando y lloviendo, donde se dificultan los procesos de rehabilitación y reconstrucción.

¿Cuáles son los ámbitos en los que la Iglesia va participar en la reconstrucción?

Vamos a participar de manera particular en la reconstrucción del tejido social, lo que concierne a la pastoral social y en las diferentes áreas como son: familia, jóvenes, niños, talleres de paz, atención a los necesitados, la solidaridad, la cooperación, la cultura de la paz, la evangelización, los valores cristianos y por otra parte; aunque la reconstrucción material le toca al gobierno y en cierta medida a la sociedad civil, también la Iglesia participará en la construcción de casas derrumbadas, de la misma forma en que lo hizo llevando la ayuda primaria a las comunidades como fue: refugio, comida y ropa, ¡ahí seguiremos de la mano del gobierno y la sociedad!.

¿Por cuánto tiempo la Secretaria General va estar vinculada a la etapa de reconstrucción?

Como Secretario General nuestra labor es de coordinación de los servicios pastorales, es decir; de las Comisiones y Dimensiones Episcopales; así como vincular a las Provincias, Diócesis y organizaciones sociales, civiles, universidades y gobierno. Desde luego que la coordinación también es con las Conferencias Episcopales de otros países, es una coordinación a nivel nacional e internacional. De tal manera, que parte del trabajo natural de la Secretaría General es la vinculación, entonces creo que estaremos presentes todo el tiempo que sea necesario, coadyuvando la reconstrucción del tejido social y la ayuda al pueblo mexicano.

¿Cuáles son las acciones concretas que se necesitan de los fieles católicos en la reconstrucción?

Los problemas de México tienen que ver con la cuestión de los valores y antivalores; la corrupción la impunidad, la violencia, la falta de empleo y de educación. Son múltiples factores, así como los graves problemas del tráfico de personas, de armas, de droga, un tema que está muy metido en nuestro país, nos hace estar como Iglesia y como sociedad muy alertas, pero sin dejar de hacer lo que nos toca. Tanto a los maestros, la educación; al gobierno, gobernar con honestidad y buscando el bien del pueblo y a la Iglesia; cumpliendo su misión que es evangelizar y que es ayudar a la gente a elevar su nivel de vida humano y espiritual.

Toda la sociedad estamos llamados a cumplir nuestro deber, cada quien en su trinchera, cumpliendo cabalmente lo que nos toca hacer con los valores de la honestidad, la justicia, de la paz, del amor y el perdón a los hermanos.

Es importante que la sociedad no olvide, no enfríe el ánimo de servicio porque la emergencia continúa en distintos niveles, no solamente las casas destruidas, escuelas y templos afectados, todavía hay mucha gente que padece y la cual hay que apoyar para que pueda levantarse y seguir llevando su forma de vida incluso de una mejor manera; a nivel justicia, de acceso a otro tipo de condiciones de vida, trabajar fuerte para evitar los vicios que tenemos de injusticias, corrupción e impunidad. No permanecer ni fríos, ni indiferentes, sino con un alto compromiso de servicio y ayuda a los demás en todas las áreas en las cuales estamos, cada uno trabajando.

¿Cómo se le está comunicando al Papa Francisco de las acciones de la Iglesia ante esta emergencia?

Estamos en total comunicación con la Nunciatura, a través de ellos mantenemos una comunicación permanente sobre los incidentes, el Sr. Nuncio ha estado presente en algunas Diócesis afectadas, e incluso tiene programados recorridos como es el caso del próximo tres de noviembre en la diócesis de Cuernavaca, en el estado Morelos. De esta forma él tiene de primera mano la información de lo que sucede en México y esta información la lleva al Vaticano. Por otra parte; también tenemos contacto con el área de Comunicación del Vaticano, a quienes compartimos artículos de lo que sucede nuestro país.

¿De qué forma se abordará el tema de los sismos en la próxima Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano?

Estamos contemplando entregar un informe de la acción de la Iglesia ante los sismos, un protocolo también de actuación ante la emergencia y un plan de acción en unión con Cáritas Mexicana.

Al pueblo de México, nuestra palabra de aliento para que no claudiquemos en el trabajo, para que nuestro país sea mejor y viva en condiciones de justicia de respeto, de justicia y de paz, cultivando los valores, educando en la formación humana a nuestros niños y jóvenes.

Al pueblo de España, nuestra cercanía ante la situación difícil que atraviesa, pedimos a Dios que los ilumine, los proteja y los bendiga.

11:21 ,

“Solo cantaba juglería”. “Jamás hice folklore”. “Mi música es canción popular, es vals peruano”.  Solía decir María Isabel Granda y Larco, más conocida como “Chabuca Granda”, la humilde y sencilla mujer peruana, que le cantaba a una ciudad hecha poesía. Una Lima de antaño. “Si pasan 50 años y el pueblo lo acepta como tal será folklore”, confesó para una entrevista póstuma en México.

Más de tres décadas han pasado desde que Chabuca Granda falleció para inmortalizar en su música una ciudad de ensueño, costumbres e incluso terminologías propias de un español que florecía en el país, a inicios del siglo XX.

“Fina Estampa”, “La flor de la canela”, “El Surco”, “El dueño ausente”, “Zeño Manue”, son algunos de los doce temas interpretados por un grupo de cantantes iberoamericanos compilados en el disco “A Chabuca”, material discográfico realizado por destacados productores musicales peruanos. Mabella Martínez, productora ejecutiva de esta grabación, llevó adelante la iniciativa desde 2013.

“Soñé con un reconocimiento internacional para la gran ‘Chabuca Granda'”, comentó Martínez para la prensa peruana. “A Chabuca” alcanzó la nominación de dos canciones a los latin’s Grammy 2017. “La flor de la canela”, en voz del salsero panameño Rubén Blades, y “El Surco” interpretado por el uruguayo Jorge Drexler, en la categoría mejor grabación del año, recibirán los premios de la Academia Latina en noviembre próximo en la ciudad de las Vegas.

Entre castañuelas, guitarras y cajón suena el vals, el festejo, el landó, la zamacueca, la polca, etc. Majestuoso. Suntuoso. Con violines, saxofón y piano entre otros instrumentos, se da vida a las canciones de una intérprete que siempre tuvo en cuenta la originalidad en sus composiciones, recuerda Lucho González, la primera guitarra de esta compositora peruana que nació en Cotabambas Apurímac, en la sierra del Perú en 1920.

Es la primera vez en la historia del Grammy Latino que una sola producción competirá con dos tracks en la categoría Disco del año. El peruano Manuel Garrido Lecca y el español Edu Olivé, productores musicales de esta obra, intentan contextualizar “A Chabuca” en un formato moderno.

“Del puente a la Alameda menudo pie la lleva, por la vereda que se estremece al ritmo de su cadera”, “…al lucero le gusta la libertad, y al agua del arroyo la claridad no dio fruto el lucero se fue alumbrar”. Dicen a la letra algunas de sus canciones más conocidas. “Siempre hay algo que decir por eso hay canción”, confesaba Chabuca cuando le hablaban de su espléndido arte para escribir sus composiciones.

“El dueño ausente”, interpretado en este material discográfico por Ana Belén, cuenta la historia de una mujer de la sierra del Perú, (que esperaba a su esposo, a quien la gendarmería de aquel entonces lo había llevado), aquella mujer fue uno de tantos de los personajes que Chabuca dio vida en sus letras.

La obra musical reúne a renombrados artistas peruanos y extranjeros como al español Joaquín Sabina, quien interpreta “José Antonio”. Aquella elegante letra de “Fina Estampa”, dedicada a su padre un ingeniero de minas, se escucha en la voz del cantautor canario Pedro Guerra y las “Coplas a Fray Martín” es interpretada por el argentino Kevin Johansen.

“Chabuca Granda” siempre será recordada por el valioso aporte que le dio a la música peruana, al introducir el criollismo reconocido en el pueblo peruano desde siempre como parte de su cultura.

Este disco de oro, que se consolidó en tres años, competirá al lado de modernos temas de jóvenes autores que a nivel mundial han conseguido popularidad. Las letras de Chabuca son consideradas como un emblema del cancionero criollo en la “ciudad jardín”, Lima de antaño, de plazas, y alamedas.

11:21 ,

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca ha dictado un auto por el que la madre de un menor podrá decidir si este hace la Primera Comunión y, en consecuencia, a asistir a los cursos de catequesis previos. De este modo, la sala admite el recurso de la madre, que en primera instancia recibió fallo contrario por parte del juez.

A la madre “se le autoriza para que el niño haga la catequesis ahora, junto con sus compañeros de clase y junto con sus amigos, y que pueda recibir el Sacramento, si así lo decide, cuando el niño tenga entre 11 y 12 años que será razonablemente más maduro“.

Los padres del niño y de su hermano, también menor, no han estado casados (ni en matrimonio religioso ni por lo civil) y desde marzo de 2016 -una vez dejaron de vivir juntos- viven en régimen de custodia compartida de los hijos menores. Ambos son titulares de la patria potestad. Pero al haber disconformidad en la toma de decisiones, ha sido finalmente la Justicia la que ha tomado cartas en el asunto.

Durante el curso escolar 2016-2017 se acordó que los hijos residirían con el padre desde las 9 horas de la mañana del lunes hasta las 9 de la mañana del miércoles; y con la madre desde las 9 horas de la mañana del miércoles, a las 9 de la mañana de los viernes. Se reparten los fines de semana de forma alterna desde las 9 horas de la mañana del viernes a las 9 de la mañana del lunes.

La madre quiere que su hijo realice la Primera Comunión en la parroquia de la población donde residen tanto ambos padres como los niños, y por eso quiere también que vaya a la catequesis, que se celebra los lunes (día en que el niño está con el padre).

El argumento que daba el padre para no querer que su hijo hiciera la Primera Comunión es que considera que la catequesis “es un adoctrinamiento” y que sería paradójico en la vida del niño ya que “está en un ambiente laico” y “si uno se bautiza es para seguir después las normas de la Iglesia Católica”. El niño, efectivamente, tal como se recoge en la sentencia, está bautizado en la Iglesia Católica, “acude a los actos propios de la misma y según su madre es educado por ella en la fe católica“. Acude al colegio público de su municipio “donde cursa la asignatura de Ética“.

El padre, por su parte, y según el texto del auto, “no niega estar bautizado, ni su formación católica, ni se opone a que el hijo sea educado en la fe católica, y su oposición se centra más bien en la poca madurez del menor para comprender el verdadero sentido del sacramento”. Cree también que el menor “ve la celebración más como algo lúdico o festivo que religioso”. Considera también que “llevar al niño a catequesis constituye un acto de “adoctrinamiento”.

En el escrito, la Audiencia Provincial recuerda que “la Primera Comunión es, tras el bautismo, el segundo acto importante en la vida de los niños católicos“. “Es un acto -explicita- que en la religión católica solo se hace una vez en la vida, para el que es preciso una previa preparación a través de la catequesis y a una concreta edad, precisamente sobre los 9 años, normalmente junto a otros niños y niñas de su misma edad y colegio. Suele ir acompañada de una celebración familiar festiva a la que también pueden acudir amigos del niño quien tradicionalmente, especialmente en el caso de las niñas, llevan un bonito vestido”.

La Audiencia considera “no atendible” la oposición del padre a que el niño acuda a clase de catequesis, y haga la Comunión basada en su poco discernimiento o falta de coherencia con la vida que va a llevar después” ya que “no encuentra acomodo en una voluntad contraria a que el niño sea educado en la religión Católica, o en un perjuicio o peligro para el mismo”. Tampoco ve incompatible “estudiar Ética en el colegio y acudir a Catequesis en la parroquia o incluso en el propio colegio”.

La Audiencia supone que el niño quiere hacer la Primera Comunión y dice que la voluntad del menor no es obstáculo (sea cual sea, porque no es totalmente decisiva) “para acceder a la petición materna” ya que “no es él quien
decide sino sus progenitores aun cuando la ley exige que se les oiga a partir de determinada edad”.

Por todo lo dicho, la Sala no ha encontrado “motivo objetivo por el que deba denegarse a la madre la autorización interesada, al no apreciar peligro ni perjuicio para el menor, quien necesariamente debe realizar los cursos de catequesis para comprender la trascendencia del acto para el que se preparara, y que implica formarse en la doctrina de la religión Católica. Precisamente es imposible hacer la Primera Comunión sin realizar previamente la catequesis, de ahí la importancia de acudir a la misma. Sera una vez finalizada la preparación cuando tendrá lugar la celebración, que además de un acto religioso, tiene un componente lúdico festivo innegable”.

El auto subraya “que no se trata de que [el niño] tenga necesidad o no de hacer la Primera Comunión, sino de que es un acto consecuente al bautismo del niño, que tiene lugar a una edad determinada, y que es querida por un progenitor, que no genera daño ni perjuicio alguno al hijo, ni al padre, que está bautizado, obligándose la madre a sufragar el coste económico de la misma, que precisa de una preparación“.

Como el padre no puso objeción alguna ni al día en que la catequesis tiene lugar, lunes (en que el menor vive con él), ni al lugar -la parroquia de su pueblo- el auto no se pronuncia al respecto y los da por buenos.

11:13

Enrique Soros es periodista, argentino, y vive en Washington. Es miembro de CLAdeES, Centro Latinoamericano de Evangelización Social. El autor trabaja en prensa entre el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la Conferencia Episcopal de EEUU, coordina el proyecto digital pastoral del CELAM y trabaja con el CELAM en diversos proyectos. Es periodista, contribuye con diversos medios internacionales, como Zenit y AICA.

Para muchos estadounidenses, Halloween (se pronuncia “halouín, con acento en la i) es una de las fiestas más de familia que tiene el país. Los disfraces se van preparando por semanas, se ven zapallos con caras recortadas frente a las casas, van cayendo las hojas multicolores de los árboles que dan vida a las ciudades, a los pueblos, marcando esta época del año con un sello muy especial que queda grabado en el corazón de niños y adultos. La creatividad se despierta en los jardines del frente de las casas, con telas de araña, brujas, galeras negras, monstruos, héroes,  fantasmas y muñecos divertidos de todos los colores y formas.

El 31 de octubre, a la tarde, cuando va cayendo el sol, los barrios se llenan de niños y familias que salen a recorrer el barrio en busca no solo de dulces, sino también de una sana diversión, amistad, ilusiones, felicidad, risa. Muchos, disfrazados de príncipes, de bomberos, de reyes. Otros de monstruos, de fantasmas, de piratas. Oficinas, edificios públicos y privados, y sin duda, también escuelas católicas y parroquias (evidentemente no todas) decoran sus paredes con figuras alusivas a Halloween. Muchas personas disfrazadas hacen guardia frente a sus casas con recipientes llenos de dulces, para darle a los niños que se acerquen a requerirlos. Luego de dos o tres horas de recorrido, todos vuelven a sus casas con la alegría de haber compartido una noche de aventura en familia. Y los niños podrán disfrutar de los dulces por un largo tiempo.

En 20 años de residencia en Estados Unidos, jamás he visto nada que sea distinto a lo expresado arriba. Jamás vi nada negativo.

Fines de octubre es también la época en la que, desde las redes sociales o desde donde puedan, algunos católicos aprovechan para demonizar esta festividad. “Yo no celebro Halloween. Soy católico”, reza uno de los tantos banners que pululan por las redes. Se percibe un  síndrome: El del absolutismo religioso. Halloween proviene de las palabras All hallow’s eve, que significa víspera de todos los santos. Los antiguos anglosajones le quitaron el sentido religioso y le dieron una impronta pagana. Bien, esos son los orígenes. Es verdad que hoy en día, hay quienes, en proporción muy pocos, aprovechan estas fiestas para fines non sanctos, pero eso no quita que en Estados Unidos, se trate en su gran mayoría, de una divertida, muy divertida fiesta familiar.

Hay evangélicos fanáticos, que absolutizan desde un versículo de la Biblia, hay católicos fanáticos que absolutizan desde una frase de la doctrina. El Papa Francisco se desvive por que aprendamos a dejar hablar al Espíritu Santo en nuestras almas, y que no nos cerremos en conceptos cerrados. En un encuentro con el movimiento de Schoenstatt, afirmaba que para conocer la realidad, se aleja de la zona segura y se va a la periferia, para analizarla en su integridad. Y afirmaba en el cierre del Sínodo de las Familias, que “los verdaderos defensores de la doctrina no son los que defienden la letra sino el espíritu.” Con la misma pasión, el P. José Kentenich hablaba del pensar, amar y vivir orgánicos, lo que se contrapone a un pensar, amar y vivir mecanicista. Lo orgánico analiza los diversos elementos del todo, y da a cada parte el valor que tiene, integrándolos al conjunto. Lo mecánico toma solo una parte y niega los demás elementos que hacen al todo.

Existe hoy una corriente llamada Hollywins, donde se sugiere vestirse de algún santo, o de religiosa o sacerdote. Una idea muy bonita. Pero surge un invonveniente cuando se absolutize como si fuera la única opción, y quizás no sea muy pedagógica, cuando el niño no lo disfruta. Hay 365 días en el año para transmitir valores profundos a nuestros hijos. ¿Cuál es el temor de que se vista de monstruo, de fantasma o de pirata, si eso es lo que le dejamos ver todos los días en la televisión como algo normal? ¿No será acaso más sano que se disfrace con lo que más le guste, que participe de las cosas divertidas (mientras que no sean inconvenientes) del mundo, de la forma que él más lo disfrute, sin que por ello pierda el más mínimo respeto a los valores que le transmitimos? Todos los días tenemos para transmitirles valores religiosos desde nuestra propia esencia, y para evangelizar el mundo, tenemos que estar en el mundo, palpitar con el mundo, sin perder un ápice nuestros valores.

Si disfrazarse del “Hombre Araña”, de bruja o de fantasma pone en juego los valores religiosos de nuestros hijos, pues quizás sea momento de evaluar la forma en que los estamos educando en la fe. Para que la fe de nuestros hijos sea fuerte y resistente, es esencial probarla desde que son pequeños, no haciéndolos vivir en una burbuja que los aleje del mundo, sino dejándolos que participen de diversos eventos, que aunque no tengan origen cristiano, como la mayoría de las actividades que realizan, que les permitan sentirse parte, divertirse con amigos, y a la vez aprendiendo a no negociar valores esenciales. Al estar en el mundo, y al vibrar con él, se abren maravillosos momentos para compartir y transmitir valores.

Es interesante que los ciudadanos comunes, solo escuchamos cosas feas sobre Halloween, de aquellos que lo demonizan, no de quienes lo festejan. Y otra cosa: Nunca se escucha de un detractor de Halloween decir: “yo opino tal cosa”. Siempre decretan. El título ideal de sus artículos es “Por qué un católico no debe celebrar Halloween”.

Ser católico es ser universal, cristiano, fiel a la doctrina, pero amplios de mente. La conjunción “o” destruye. La conjunción “y”, une, y puede poner cada cosa en su lugar. Nos puede dar un mejor lugar para cumplir con nuestra misión de cristianos.

Es Estados Unidos Halloween es una fiesta familiar y comunitaria tradicional, que cala en muchas almas. En Latinoamérica está la reticencia de importar esta festividad que nada tiene que ver con nuestra tradición latina. Y aquí, en mi opinion, vale el mismo principio. Discernir. Si invitan a nuestros hijos a una fiesta de disfraces el 31 de octubre por Halloween, pues ¿cuál es el problema? Que se diviertan, que se integren. ¿Qué tiene de malo? Salvo, claro, que no se trate de la ingenuidad que expreso arriba. No necesitamos hacer nada para promocionar esta fiesta, pero tampoco es bueno combatirla de cuajo.

Hay cosas malas que no se pueden frenar, y hay otras cosas que tampoco se pueden frenar, que en sí, no son ni buenas ni malas, donde la maldad o la bondad dependen del corazón de quienes las practican, no del objeto en sí. A las primeras, estamos llamados a rechazarlas. A las segundas, mejor utilizarlas, sin denostarlas, para integrarnos a un mundo muy diverso, en el que definitivamente tenemos que estar, para cumplir con nuestra misión. Por muchos siglos hemos decretado, señalado, excluido, y nos hemos aislado. Es la mejor fórmula para gestar adolescentes ateos. Lo compruebo todos los días en la pastoral familiar.

Ojalá que con Francisco aprendamos a decretar menos, a abrazar más, y a darle más importancia a la conversión de nuestros corazones. Que tengamos la humildad de sentir y afirmar que tenemos mucho por aprender, que no tenemos una respuesta elaborada para todo. Y que aprendamos a discernir, lo cual significa  dejar al Espíritu Santo que nos inspire para que sepamos mejor qué hacer en cada caso.

10:53

(ZENIT – 31 Oct. 2017).- La fachada de esta basílica evidencia “la capacidad del ser humano de levantarse, de volver a esperar, a mirar al cielo, y con la fuerza de esta mirada, regresar a la tierra”, dijo en la homilía el Cardenal Pietro Carolin, Secretario de Estado del Vaticano.

Mons. Pietro Parolin celebró la Eucarística en el primer aniversario del terremoto en Nursia, Italia, el domingo, 29 de octubre de 2017, delante de la fachada de la basílica de San Benito.

“La fachada de esta basílica, enjaulada en el andamiaje de reconstrucción” –señaló Mons. Parolin– es el emblema del terremoto, pero “evidencia, aún más, la capacidad del ser humano de levantarse, de volver a esperar, a mirar al cielo, y con la fuerza de esta mirada, regresar a la tierra”.

Así, el cardenal exhortó: “Y poner toda la inteligencia, la habilidad, la imaginación y el esfuerzo al servicio de un rescate coral, para levantar, junto con las paredes de las casas, de los lugares de trabajo y de las iglesias, también la moral de las personas y de las comunidades y la alegría de vivir”.

Publicamos a continuación la homilía que el Secretario de Estado el cardenal Pietro Parolin ha pronunciado  esta mañana durante la celebración eucarística misa delante de la fachada de la basílica de San Benito en Nursia, en el primer aniversario del terremoto.:

Homilía del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado

Excelencias,
Distinguidas Autoridades,
Queridos sacerdotes,
Queridos ciudadanos de Nursia,
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Nos hemos reunido hoy para esta celebración eucarística delante de la fachada de la basílica de San Benito, un año después del terremoto en Valnerina que, después de las primeras sacudidas del 24 de agosto, entre el 26 y 30 de octubre del año 2016 trastornó el ritmo normal de la vida de estas tierras, ricas en arte, belleza paisajística y tradiciones culturales, que han encontrado su mayor inspiración en la fe cristiana. Una fe vivida y testimoniada a través de los siglos que ha moldeado estas colinas y estos espacios que favorecen la meditación y la contemplación y que ha plasmado tanto las conciencias como la arquitectura de vuestras plazas e iglesias.

La belleza de la creación y la laboriosidad del hombre que la cuida, la sucesión armoniosa de valles, ríos, lagos y montañas y el trabajo del hombre que construye sabiamente pueblos y ciudades, están siempre insertados en el gran misterio del universo, deben enfrentarse con la vehemencia de las fuerzas naturales, que se presentan la mayor parte de las veces como oportunidades y riquezas que hay que administrar con sabiduría y, a veces se expresan, en cambio,  como una fuerza destructiva, que no podemos predecir con precisión ni gobernar por completo.

El terremoto manifiesta una de estas fuerzas y nos recuerda que, aunque podemos hacer mucho para limitar sus efectos, nuestra existencia está sujeta a la inmensidad de las fuerzas cósmicas. Nos recuerda, sobre todo, que la creación – hermosa y digna de nuestra admiración – nos lleva al Creador y que el ser humano está en sus manos, conducido por Él a un destino definitivo de salvación, de paz y  felicidad, donde no habrá ni terremotos del suelo ni ansiedades del alma y todos llegaremos a la meta.

La fachada de esta basílica, enjaulada en el andamiaje de reconstrucción, es el emblema del terremoto, pero evidencia, aún más, la capacidad del ser humano de levantarse, de volver a esperar, a mirar al cielo, y con la fuerza de esta mirada, regresar a la tierra y poner toda la inteligencia, la habilidad, la imaginación y el esfuerzo al servicio de un rescate coral, para levantar, junto con las paredes de las casas, de los lugares de trabajo y de las iglesias, también la moral de las personas y de las comunidades y la alegría de vivir.

Las lecturas de este XXX domingo del Tiempo Ordinario nos ayudan. Hay un hilo común que las une y que es precisamente la estrecha relación entre amor a Dios y amor al prójimo, entre la contemplación y la acción, entre la adoración de Nuestro Señor, y la plena disposición para servir al hombre, a ser ,cada uno para su prójimo, testimonio visible de caridad.

Como hemos escuchado en el  pasaje del Evangelio de San Mateo que acabamos de proclamar, el mandamiento más grande tiene una forma dual indivisible: una confirma la verdad y la necesidad de la otra.

No se puede realmente amar al prójimo si no se  ama al Señor, si no se le concede el primer lugar, si explícita o implícitamente, no se reconoce que dependemos  de alguien mucho más grande  que nosotros que está en el origen de nuestro ser y al que encontraremos plenamente al final de nuestra peregrinación terrenal.

Sin esa paz interior que viene de saberse amado por Dios y de estar reconciliados con El, el amor al prójimo  está expuesto  al riesgo de  grave distorsión y parcialidad. Sin amor a Dios, amar  al enemigo resulta  inconcebible, y también se hace muy difícil amar  al que está alejado y es  diferente de nosotros. Al final, resulta incluso difícil amar de forma inteligente a las personas cercanas a nosotros,  a nosotros mismos y a la  creación en la que estamos inmersos y en la que nos movemos. Cuando falta una sólida relación con Dios terminamos, efectivamente, no soportando  ni nuestros límites, ni las heridas y las dificultades que conlleva la existencia misma.

Por otro lado, sin embargo,  un  amor a Dios que quisiera aislarse del ser humano, sería en cambio su negación más obvia. Si Dios envió a su Hijo al mundo para salvarlo, si la cruz muestra la cumbre del amor  de Dios por los seres humanos, ¿Cómo puede un creyente en Dios no amar a los seres humanos? ¿Cómo no darse cuenta de que la prueba más segura de nuestro amor a Dios, que  no vemos, es el amor, la compasión, la ternura por el ser humano que  encontramos todos los días?

Como afirmaba el apóstol Santiago: “¿De qué sirve, hermanos míos que alguien diga: “Tengo fe” si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe ? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario  y alguno de vosotros les dice: “Idos en paz, calentaos y hartaos ‘,pero no les dais  lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras está realmente muerta”.(Santiago 2: 14-17) .

A su vez, San Juan Crisóstomo advertía: “¿Queréis de verdad honrar el cuerpo de Cristo? No consintáis que sea despreciado en sus miembros, es decir en los pobres, que no tienen ropas para cubrirse. No le honréis aquí con vestidos de seda y fuera le dejéis perecer de frío y desnudez… El cuerpo de Cristo que está en el altar no necesita preciosos manteles, sino un alma pura; los pobres, sin embargo, sí requieren mucho”. (Homilía número 5 sobre  el Evangelio de San Mateo) .

Los fariseos, eruditos, pero bloqueados e incapaces de abrirse a la plenitud de la verdad, creían que ponían en apuros a Jesús con su pregunta sobre cuál era el mandamiento más grande. La respuesta del Señor, en cambio, pone frente al espejo toda conciencia que dice creer en Dios y la invita a confirmar su fe con la misericordia, la bondad, la generosidad hacia el prójimo que pasa necesidades y hacia todos.

Los  fariseos, como todos los que usan como escudo la observancia  literal de leyes y  tradiciones para traicionar imperturbables el verdadero espíritu, son los que se verán en apuros;  son  invitados  a vivir plenamente el amor de Dios y del prójimo, si quieren llamarse realmente religiosos.

Tras los desastres naturales, después de que se desataran los  elementos, se desataron también  la generosidad, el altruismo, la carrera a dar el tiempo, la energía y el dinero propios para ayudar a las personas más afectadas y necesitadas. En esa ocasión, la totalidad de los poderes públicos, en sinergia con las organizaciones de la sociedad civil y los individuos, pusieron en marcha una acción conjunta para llevar ayudas.

Pienso concretamente en los esfuerzos de diferentes instituciones públicas, empezando por  la Protección Civil y  por los diferentes organismos locales y estatales, en la solidaridad mostrada a la Iglesia de Spoleto-Norcia por el Santo Padre, de parte de  la Santa Sede, de varias diócesis y de la Conferencia Episcopal; pienso en la generosidad de las parroquias, institutos  y asociaciones religiosas y, de manera especial, en el apoyo y la cercanía que os ha demostrado  la Caritas diocesana y nacional. Pienso en los muchos  ciudadanos que han dado su aportación.

También ha sido muy significativo el compromiso de las más altas instituciones europeas para financiar la reconstrucción de esta basílica, que parte del reconocimiento del papel insustituible del cristianismo para Europa y de la cultura que ha sido capaz de inspirar.

La generosidad que invariablemente se encuentra el día después  de los desastres, también representa una expresión implícita de la fe, que parte del reconocimiento de ser todos hermanos y hermanas a los que hay que ayudar a recuperarse de las dificultades. Cada gesto de caridad contiene dentro de sí la semilla de la fe y la luz de la esperanza.

Digo esto no para dar a toda costa una interpretación religiosa de cada gesto de bondad, sino porque, cuando nos encontramos con la generosidad y la caridad, también se percibe el buen aroma de Dios, el suave aroma de su presencia. Quién está movido por la caridad, aunque no lo haya sentido plenamente, está movido por Dios, porque Dios es amor, es amor subsistente que se entrega libremente.

Desde este lugar tan altamente simbólico hago un llamamiento a todas las instituciones civiles, eclesiales y privadas para que cooperen con presteza y perseverancia, en sintonía con las poblaciones afectadas, para que la sinergia demostrada en los primeros días después del terremoto continúe y, todavía más, se intensifique, para terminar las obras proyectadas y las ya comenzadas, agilizando en lo posible los trámites. Tenemos que esforzarnos  para evitar la despoblación de diversos burgos, ya en muchas ocasiones heridos por los eventos telúricos  en las últimas décadas, con lesiones y desprendimientos generalizados.

Espero, por lo tanto, una acción unida y decisiva que mueva los recursos y la inteligencia para reconstruir, junto con las casas y las iglesias, también el estado de ánimo de las personas, para vencer el miedo y la resignación, dos desastres invisibles, y sin embargo, casi tan graves como un terremoto.

Queridos hermanos y hermanas, tengo el placer de traeros los saludos y la bendición del Santo Padre Francisco, unidos a su oración y a su afecto.

El Papa, recordando la visita que hizo a San Pellegrino de Nursia el 4 de octubre de 2016 y la audiencia a las poblaciones víctimas del terremoto del 5 de enero, os anima a continuar el camino, a que no os dejéis abatir por las dificultades, sino a mirar con esperanza al futuro. Os exhorta a tomar del ejemplo de vuestra historia la fuerza que siempre os ha llevado a levantaros después de cada prueba, por muy difícil que fuera.

El Santo Padre, mientras os desea a todos que superéis lo antes posible – mediante el compromiso y la solidaridad de tantos hermanos y hermanas – las consecuencias del seísmo,   os exhorta a dirigiros con confianza filial al Señor Jesús y a su Madre María, a abrirles sin vacilación la puerta del corazón y de la mente para recibir, junto con el consuelo del Señor, la energía necesaria para llevar a cabo con determinación y coraje la obras de reconstrucción.

10:41 ,

En verdad todo se me ocurre paseando. Cómo quiero empezar un texto. El tono. El ritmo. La medida de una frase. Todo se me ocurre andando, sin parar, bordeando el mar o de camino a casa, aquí casi encima de la autovía.

Si existe una inspiración para mí, ésta la encuentro correteando la ciudad, las calles y las plazas esas llenas de gente. No la ciudad natal, de la que si no se sale a menudo te terminas derrumbando, sino esas ciudades que están pensadas para andar, para pasear sin cansarse, para ser un rato feliz. Me refiero a ciudades como París, de la que voy y en verdad es como si no saliera nunca.

Ahora justo escribo este texto en la buhardilla de un hotel cerca de la rue Amyot, donde Jeanne Hébuterne, embarazada de nueve meses, se lanzó al vacío y se mató. Fue justo el día siguiente a la muerte de su amante Modigliani. Pero no estoy aquí en París para hablar de Jeanne, ni de Modigliani, sino para pasear.

Y justo esta mañana, como iba a escribir este artículo tras ver la semana pasada el documental You will not have my hate (No tendrás mi odio), he paseado sin parar hasta la zona donde ocurrieron los atentados de la sala de conciertos Bataclan, y allí he sentido cómo, frente a la inmortalidad impasible de lo inerte, se me erizaba la piel, se me hacía un pequeño nudo en la cabeza al recordar tamaña sinrazón.

En este documental, que lleva el título de la carta que Antoine Leiris le escribió al asesino de su esposa Helene, fallecida en este atentado, y que se hizo en su día viral tras publicarla en Facebook, nos adentramos en la vida de toda esa gente que un día, en un partido de fútbol, en una terraza de un bar, en un concierto de su grupo preferido, vio cómo le cambia la vida el terror infame.

Este documental nos muestra cómo se empieza de cero, cómo se reconstruye el mundo desde la zona cero del dolor inconsolable, desde la separación y la ruptura, desde el desconsuelo. Escuchamos sin parpadear a las víctimas que resultaron heridas o mutiladas. A sus familiares. Y nos parece que el mundo en verdad no es el que un día soñamos.

“El viernes por la noche robásteis la vida de un ser excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo. Pero no tendréis mi odio. No sé quiénes sois ni lo quiero saber. Sois almas muertas. Así que no, no os haré este regalo de odiaros”, dice Antoine al inicio de su carta, y uno no puede dejar de conmoverse, no puede dejar de sentir cada una de estas palabras vibrando en la piel, no puede dejar de sentir cómo ganan siempre las palabras.

10:32 ,

Iniciativa: Un santo en mi perfil en redes sociales ©FIAC

El 1 de noviembre la Iglesia Católica celebra el Día de Todos los Santos y para la ocasión el Foro Internacional de la Acción Católica (AC) ha lanzado una iniciativa dirigida a los jóvenes del mundo. Usar las redes sociales para recordar a los jóvenes santos o beatos ‘enamorados’ de Dios y compartir su foto en nuestros perfiles personales.

También es una fecha para rezar con ellos y recordar a quien ha dado testimonio de amor total siguiendo a Jesús. La AC recuerda una lista de servidores de Dios que inspiran aún hoy al movimiento católico, entre ellos el beato Pier Giorgio Frassati (1901-1925), joven laico dominico italiano miembro de la AC que decía que ayudar a los pobres es ayudar a Jesús.

La AC asegura que la imagen de los santos y los beatos que fueron tocados por el ágape del encuentro con Dios son la mejor “tarjeta de identidad” de la Iglesia.

La iniciativa se enmarca asimismo en la preparación del próximo Sínodo 2018 en el Vaticano:  Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. 

“Este año estamos caminando hacia el Sínodo, queremos agradecer al Señor por los muchos testigos jóvenes de AC, nuestros compañeros de la calle, que son venerados en muchas Iglesias locales y son conocidos en toda la Iglesia” en nuestros días.

En este contexto, la invitación es celebrar el Día de Todos los Santos, el 1 de noviembre, cambiando la foto del propio perfil en las redes sociales con la imagen de un santo o beato que inspire la propia vida.

La AC propone a los jóvenes una lista de testigos del Evangelio (ver abajo) de varias nacionalidades para hacerlos “compañeros de viaje” en el camino al Sínodo. “¡Celebremos juntos el Día de Todos los Santos!”.

El papa Francisco ha establecido que en octubre de 2018 se celebrará la XV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicado a los jóvenes, mientras que el pre-sínodo para escuchar incluso a jóvenes críticos, alejados, ateos o de otras religiones ha sido convocado para el mes de marzo.

El tema, expresión de la solicitud pastoral de la Iglesia por los chicos y chicas, está en continuidad con los resultados de las recientes asambleas sinodales sobre la familia y la exhortación apostólica Amoris Laetitia.

El Vaticano confirmó que el propósito del Sínodo es acompañar a los jóvenes en su camino existencial hacia la madurez para que, mediante un proceso de discernimiento, descubran su proyecto de vida y lo realicen con alegría abriéndose al encuentro con Dios y con los seres humanos y participando activamente en la edificación de la Iglesia y de la sociedad.

10:27 ,

Esta es la imagen con la que cualquiera que quiera acceder a la página de Facebook “Pulsos que sangran” se  puede encontrar.

En las últimas horas un tribunal de justicia de Río de Janeiro (Brasil) determinó que la famosa red social la retirara. Para fundamentar el fallo, el Ministerio Público alegó mediante un comunicado que la comunidad instigaba al suicidio por medio de fotos y mensajes depresivos que pudieron incentivar a una joven a morir por asfixia.

“Hay fuertes sospechas de que algunos adolescentes que siguen a la comunidad estén combinando suicidios colectivos”, expresa Denise Levy Tredler, una de las personas que estaba tras el caso.

“Cabe notar, otrosí (además), existir el peligro del daño de difícil reparación, mientras son notorios los recientes reportajes periodísticos de adolescentes, que cometieron suicidio en razón del supuesto juego en internet, lo que es, incluso, objeto de investigación policial”, prosiguió.

“Se vuelve imperiosa la necesidad de protección integral de los menores, considerada la probable situación de peligro en que se encuentran”, agregó.

El tema de internet y los adolescentes en los últimos tiempos se ha transformado en algo a considerar, pues detrás de diversas propuestas lúdicas que aparecen en la red se encuentra un verdadero riesgo para la vida de los adolescentes.

Aún está en el recuerdo de muchos lo acontecido con la denominada Ballena Azul, una verdadera escalada siniestra que iba desde el simple dibujo de una ballena azul, pasando por otras etapas que implican mirar durante 24 horas película de terror, tatuarse una ballena en un brazo con una lámina cortante, hasta el peor de los desenlaces: el suicidio.

En el caso de Brasil, esta acción de la justicia, que tuvo que acatar Facebook, demuestra un paso importante para la protección de la integridad de los jóvenes en internet, algo que incluso hasta el Papa Francisco podido trasmitir a los líderes de internet en un recordado encuentro en el Vaticano en el año 2016.

“Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida”, decía el Papa Francisco en referencia a los valores que debería promover la era digital.

“Creo que tenemos que hacer la revolución de la ternura”, afirmaba con contundencia en aquel momento ante personas de diversas religiones, pero insertas en el mundo digital.

Nada más lejos este concepto de todo aquello en internet que atente contra los jóvenes, su dignidad, y la celebración de la vida.

10:26



Miércoles 01 de Noviembre de 2017
Todos los Santos
(S). Blanco

Jornada nacional de oración por la santificación del pueblo argentino y la glorificación de sus siervos de Dios.

En la Iglesia de Oriente, en el siglo IV, se comenzó a celebrar la memoria de todos los mártires. Luego, esta celebración se amplió a todos los santos para recordar y honrar a todos los hombres y mujeres, conocidos o no, que vivieron su vida en santidad. El papa Bonifacio IV estableció la solemnidad en forma definitiva en el año 610.

Antífona de entrada         
Alegrémonos todos en el Señor al celebrar esta solemnidad en honor de todos los santos. Los ángeles se regocijan por esta solemnidad y alaban al Hijo de Dios.

Oración colecta     
Dios todopoderoso y eterno, que nos concedes celebrar en una sola fiesta los méritos de todos tus santos; te rogamos que, por las súplicas de tantos intercesores, derrames sobre nosotros la ansiada plenitud de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas        
Recibe con agrado, Señor, las ofrendas que te presentamos en honor de todos tus santos, y concédenos experimentar la fraterna solicitud por nuestra salvación, de quienes han alcanzado ya la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión        Mt 5, 8-10
Felices los que tiene el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los cielos.

Oración después de la comunión
Te adoramos, Dios admirable, fuente única de santidad, e imploramos tu misericordia para que, santificados por tu amor, pasemos de esta mesa de los peregrinos al banquete eterno de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

1ª Lectura    Apoc 7, 2-4. 9-14
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi a un ángel que subía del Oriente, llevando el sello del Dios vivo. Y comenzó a gritar con voz potente a los cuatro ángeles que habían recibido el poder de dañar a la tierra y al mar: “No dañen a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios”. Oí entonces el número de los que habían sido marcados: eran 144.000 pertenecientes a todas las tribus de Israel. Después de esto, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano y exclamaban con voz potente: “¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono, y del Cordero!”. Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron con el rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: “¡Amén! ¡Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fuerza a nuestro Dios para siempre! ¡Amén!”. Y uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son y de dónde vienen los que están revestidos de túnicas blancas?”. Yo le respondí: “Tú lo sabes, Señor”. Y él me dijo: “Estos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero”.
Palabra de Dios.

Comentario
Esta descripción nos muestra a los santos, que están ante el trono de Dios. Allí se encuentran los que pertenecen a “las doce tribus de Israel” y los que provienen de todas las naciones de la tierra. Con la vestidura blanca que recibimos en el bautismo, nosotros también esperamos llegar a cantar algún día ante el trono de Dios.

Salmo 23, 1-6
R. ¡Benditos los que buscan al Señor!

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R.

¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R.

Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R.

2ª Lectura    1Jn 3, 1-3
Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos hermanos: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. El que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro.
Palabra de Dios.

Comentario
Hay muchos santos en este mundo que viven como hijos e hijas de Dios. Su condición aún no se ha manifestado plenamente, porque en esta tierra siempre habrá males y pecados que impidan que se vea claramente su santidad. A pesar de ello, quienes sabemos que somos amados por Dios, queremos hacer presente su amor en el mundo.

Aleluya        Mt 11, 28
Aleluya. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré”, dice el Señor. Aleluya.

Evangelio     Mt 4, 25—5, 12
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: “Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron”.
Palabra del Señor.

Comentario
“Manso tiene, con mucha frecuencia, el sentido de pobre. Es una manera de representar a quienes están bien dispuestos para reconocer y aceptar la pobreza del rey mesías, según los proyectos insondables y muchas veces desconcertantes de Dios. La mansedumbre es puesta por Jesús como expresión del camino para acceder al reino definitivo”.

Oración introductoria 
Señor, gracias por indicarme tan claramente el camino para poder alcanzar la dicha, la alegría que me hará saltar de contento por toda la eternidad. Guía mi oración para que este día esté orientando hacia mi meta final. 

Petición 
Dios mío, que las bienaventuranzas sean mi criterio de vida, mi forma de pensar y de comportarme. 

Meditación 

1. Una muchedumbre inmensa que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Podemos aplicar muy bien esta frase del Apocalipsis a todas aquellas personas que, durante su vida, fueron un ejemplo admirable de santidad, aunque su nombre no figure en ningún calendario, ni santoral religioso. Seguro que todos nosotros conocemos a alguna de estas personas, familiares, amigas o simplemente conocidas, que durante su vida fueron para nosotros ejemplo de bondad y santidad. Hoy, fiesta de todos los santos, queremos dedicarles nuestro recuerdo, nuestra oración y nuestra admiración. Sí, queremos dedicar esta fiesta al recuerdo de tantas personas anónimas que testimoniaron con el ejemplo de su vida su fe religiosa. Madres y padres que trabajaron en el anonimato de la casa, o del campo, o de la empresa, regalando sudor y amor, pendientes siempre de la familia y del trabajo y de la sociedad. Empleados y jornaleros fieles y cumplidores, mujeres explotadas y generosas, pobres luchadores y valientes, cristianos, en definitiva, que supieron hacer de su fe el motor y la palanca para luchar con amor contra el mal y la injusticia. Todos ellos supieron renunciar a muchas diversiones justas y a muchos gastos superfluos, a muchas comodidades y a muchos descansos, para conseguir así, con el ejemplo de su fe, y con una lucha valiente, que su familia y la sociedad en la que vivían pudieran tener una vida más digna y más de acuerdo con los designios de Dios. Su lucha y su esfuerzo no fueron muchas veces debidamente reconocidos, ni mucho menos recompensados. Vivieron y murieron anónimamente; podemos afirmar que su vida fue, en muchos casos, un sacrificio, un lento martirio aceptado por amor, que sólo floreció y fructificó después de la muerte. Si la vida del cristiano es siempre una lucha contra el mal, la vida de estos santos anónimos fue, sin duda, una lucha que mereció la aprobación y recompensa por parte de Dios. La vida de estos santos anónimos, cuyo recuerdo hoy celebramos, debe servirnos de guía y estímulo a todos los que ahora queremos seguir luchando con las armas del evangelio contra la injusticia y contra el mal en el mundo.

2. La victoria es de nuestro Dios. La muchedumbre inmensa que nadie podría contar, de toda nación, raza y lengua han vencido ya a la muerte y gozan, con sus vestiduras blancas y con palmas en sus manos, de la presencia de Dios. Son, como venimos diciendo, los santos anónimos a quienes las fuerzas del mal, los enemigos de Dios, les maltrataron, les hicieron sufrir una gran tribulación, pero ellos supieron luchar contra el mal, resistieron, no se acobardaron, y con la fuerza que Dios les dio vencieron al mal. Es el triunfo de Dios, la victoria del bien sobre el mal. Los santos anónimos, como la muchedumbre del Apocalipsis, no tienen nombres conocidos, ni hazañas escritas en la historia, pero están vivos y triunfantes ante Dios. Ellos nos invitan a la lucha y al esfuerzo, al amor y a la generosidad, a la defensa de los auténticos valores del evangelio; ellos son un canto a la esperanza, a la victoria final de nuestro Dios.

3. Ahora somos hijos de Dios. Los cristianos llamamos todos los días a Dios Padre nuestro y nos gusta creer que somos sus hijos. Lo difícil es vivir como auténticos hijos de Dios. Porque la carne, que es débil, se rebela constantemente contra el espíritu, el cuerpo nos arrastra y nos empuja hacia los placeres materiales y, en muchos momentos, actuamos más como hijos de la carne que como hijos de Dios. Así es nuestra pobre realidad. Pero es verdad que somos hijos de Dios y nuestro deber es trabajar cada día para comportarnos como tales. En el plano de nuestra conducta diaria, el vivir como hijos de Dios es más una tarea a realizar, que una realidad ya conquistada. Nuestra vocación es vivir como hijos de Dios, pero cada día comprobamos la enorme distancia que nos queda por recorrer para conseguirlo.

4. De ellos es el reino de los cielos. La razón primera y última por la que pueden considerarse bienaventurados los pobres, los que lloran, los sufridos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz y los perseguidos por causa de la justicia, es porque de ellos es el reino de los cielos. Pero yo creo que no debemos poner, sin más, el reino de los cielos en la otra vida y decirles a los que sufren y a los perseguidos por causa de la justicia que tengan paciencia en esta vida, porque la felicidad les llegará después en la otra. Yo creo que Jesús de Nazaret y su Padre, nuestro Padre Dios, quieren que todas las personas seamos felices también aquí, mientras vivimos. Y no hay duda de que si todos nos comportáramos y viviéramos como auténticos hijos de Dios, viviríamos de verdad felices y bienaventurados también aquí en la tierra. Por eso, lo que tenemos que hacer los cristianos, si de verdad queremos que el reino de Dios empiece a realizarse ya en esta vida, es vivir nosotros como auténticos hijos de Dios y trabajar arduamente para que el mundo en el que vivimos sea un poco más bueno cada día. Es nuestra tarea de cada día, que debemos llevar a cabo con la gracia de Dios.

Propósito 


Hoy en día el mensaje de Jesús en la Montaña sigue plenamente vigente. ¡Sólo se necesitan almas nobles, valientes y generosas que quieran ser auténticamente felices y quieran poner por obra su mensaje! Serán realmente dichosas. Y el mundo cambiará. 

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09:50


Este día se celebran a todos los millones de personas que han llegado al cielo, aunque sean desconocidos para nosotros. Santo es aquel que ha llegado al cielo, algunos han sido canonizados y son por esto propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana.

Comunión de los santos

La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.

Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.

Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es el 1ro. de noviembre.

Este día es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Que debemos luchar todos para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.
Se puede aprovechar esta celebración para hacer un plan para alcanzar la santidad y poner los medios para lograrlo:

¿Como alcanzar la santidad?

- Detectando el defecto dominante y planteando metas para combatirlo a corto y largo plazo.
- Orando humildemente, reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.

Un poco de historia

La primera noticia que se tiene del culto a los mártires es una carta que la comunidad de Esmirna escribió a la Iglesia de Filomelio, comunicándole la muerte de su santo obispo Policarpo, en el año156. Esta carta habla sobre Policarpo y de los mártires en general. Del contenido de este documento, se puede deducir que la comunidad cristiana veneraba a sus mártires, que celebraban su memoria el día del martirio con una celebración de la Eucaristía. Se reunían en el lugar donde estaban sus tumbas, haciendo patente la relación que existe entre el sacrificio de Cristo y el de los mártires

La veneración a los santos llevó a los cristianos a erigir sobre las tumbas de los mártires, grandes basílicas como la de San Pedro en la colina del Vaticano, la de San Pablo, la de San Lorenzo, la de San Sebastián, todos ellos en Roma. 

Las historias de los mártires se escribieron en unos libros llamados Martirologios que sirvieron de base para redactar el Martirologio Romano, en el que se concentró toda la información de los santos oficialmente canonizados por la Iglesia.

Cuando cesaron las persecuciones, se unió a la memoria de los mártires el culto de otros cristianos que habían dado testimonio de Cristo con un amor admirable sin llegar al martirio, es decir, los santos confesores. En el año 258, San Cipriano, habla del asunto, narrando la historia de los santos que no habían alcanzado el martirio corporal, pero sí confesaron su fe ante los perseguidores y cumplieron condenas de cárcel por Cristo.

Más adelante, aumentaron el santoral con los mártires de corazón. Estas personas llevaban una vida virtuosa que daba testimonio de su amor a Cristo. Entre estos, están san Antonio (356) en Egipto y san Hilarión (371) en Palestina. Tiempo después, se incluyó en la santidad a las mujeres consagradas a Cristo.

Antes del siglo X, el obispo local era quien determinaba la autenticidad del santo y su culto público. Luego se hizo necesaria la intervención de los Sumos Pontífices, quienes fueron estableciendo una serie de reglas precisas para poder llevar a cabo un proceso de canonización, con el propósito de evitar errores y exageraciones.

El Concilio Vaticano II reestructuró el calendario del santoral:

Se disminuyeron las fiestas de devoción pues se sometieron a revisión crítica las noticias hagiográficas (se eliminaron algunos santos no porque no fueran santos sino por la carencia de datos históricos seguros); se seleccionaron los santos de mayor importancia (no por su grado de santidad, sino por el modelo de santidad que representan: sacerdotes, casados, obispos, profesionistas, etc.); se recuperó la fecha adecuada de las fiestas (esta es el día de su nacimiento al Cielo, es decir, al morir); se dio al calendario un carácter más universal (santos de todos los continentes y no sólo de algunos). 

Categorías de culto católico

Los católicos distinguimos tres categorías de culto:

- Latría o Adoración: Latría viene del griego latreia, que quiere decir servicio a un amo, al señor soberano. El culto de adoración es el culto interno y externo que se rinde sólo a Dios.

- Dulía o Veneración: Dulía viene del griego doulos que quiere decir servidor, servidumbre. La veneración se tributa a los siervos de Dios, los ángeles y los bienaventurados, por razón de la gracia eminente que han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a los santos. Nos encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la intercesión de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un ser querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa.

- Hiperdulía o Veneración especial: Este culto lo reservamos para la Virgen María por ser superior respecto a los santos. Con esto, reconocemos su dignidad como Madre de Dios e intercesora nuestra. Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus virtudes, pero no con la adoración.

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